Por Camilo Cruz Ser feliz es una de esas ideas que, en el mejor de los casos, la inmensa mayoría de las personas, sólo logra definir utilizando una de varias vagas e imprecisas expresiones como: Ser feliz es tener éxito; ser feliz es vivir bien; ser feliz es no hacerle mal a nadie, o ser feliz es no tener problemas. Es precisamente esta falta de claridad la causante de la infelicidad que muchas personas dicen estar experimentando en sus vidas. Los sesentas y los setentas fueron las décadas del amor libre, las manifestaciones en contra de lo establecido, en contra de la guerra, y en general, en contra de todo aquello que no estuviese de acuerdo con nuestras creencias personales. Para muchas personas, felicidad fue sinónimo de rebeldía, protesta y libertad sin fronteras. En los ochentas surgió un exceso de preocupación inusitada con la moda, con el qué dirán, con mantener cierto estatus, con el éxito profesional y las posesiones materiales y trajo una efímera felicidad a quienes ponían ...
"Si esperas a sanar tus heridas y estar bien contigo mismo para después amar y servir, no alcanzarás la mayor plenitud humana, la que resulta de dar-te a los demás desde un amor profundo y un servicio alegre" @Lalovixi