El Paraiso del Padre Pedro Opeka Fui a Madagascar por trabajo, y además con una misión personal que me encomendó Desafío, encontrarme con el Padre Pedro Opeka, misionero argentino con más de 30 años de trabajo en la isla al servicio de gente muy pobre. Su trabajo ha dado frutos impresionantes luego de fundar “Akamasoa”, lugar de amigos en idioma malgache, donde viven más de 20.000 personas, tienen agua potable (un lujo para el país), un hospital, colegio para más de 7.000 niños y sobre todo una gran alegría de vivir. La llegada a Madagascar se produce luego de dos escalas. Desde Santiago a Sao Paulo, de ahí a Johannesburgo en Sudáfrica y luego a Antananarivo, capital de Madagascar. Es la cuarta isla más grande del mundo, ubicada al este del continente africano en el océano índico, con cerca de 20 millones de habitantes. Es el país de los baobabs, los lumbres, y cientos de especies de flora y fauna que sólo existen ahí. Su pobreza salta a la vista. Llegamos a Madagascar dos chilenos...
"Si esperas a sanar tus heridas y estar bien contigo mismo para después amar y servir, no alcanzarás la mayor plenitud humana, la que resulta de dar-te a los demás desde un amor profundo y un servicio alegre" @Lalovixi