A mi me tocó ir a trabajar en el corte de caña en Xalisco, Nayarit. Fueron tres meses los que pasé con mi hermano Felipe viviendo en el albergue donde viven los cortadores de caña de los dos ingenios más importantes de la región. Acompañado de hermanos de origen indígena, entre mares de caña, machetes, tizne y sol, he vivido una de las experiencias más fuertes de mi vida. Los cortadores, originarios principalmente del estado de Guerrero (cultura tlapaneca) son personas y familias y que dejan su tierra porque allá no tienen que comer ni cómo ganarse el pan. Nos decían que la mazorca del maíz apenas se da en unas milpas chiquitas. Además carecen de agua en muchas de sus comunidades. Todos los días, menos los domingos en que solíamos descansar, nos levantábamos a eso de las 5:30 am porque el camión que salía a las 6 am a la parcela recién quemada y lista para cortar. Uno de los momentos más grato que recuerdo era el descanso para el lonche, en que los cortadores nos compartían su vida y ...
"Si esperas a sanar tus heridas y estar bien contigo mismo para después amar y servir, no alcanzarás la mayor plenitud humana, la que resulta de dar-te a los demás desde un amor profundo y un servicio alegre" @Lalovixi