Cada asistente sintió la necesidad de quedarse unos días en Guadalajara junto con otros más que también estaban tristes por tanta violencia en el país. Fue un fin de semana donde caminamos platicando de la situación que vive nuestra ciudad, no aceptando tanta muerte y tanta violencia, dejamos que otros nos enseñen las escrituras y compartimos el pan de nuestra vida. Conforme pasaron las horas sentimos que los ojos se nos abrieron, algo sucedió en el corazón en ese momento de reconciliación donde sentimos el dolor por la realidad de los hermanos indígenas, migrantes, adictos, desempleados, secuestrados y sicarios. Pero fue en los días siguientes cuando tomamos conciencia de que nuestro corazón ardía y que Jesús se apareció durante el ENJUVI. Al regresar a nuestras familias, grupos y parroquias llevamos la noticia de que era Jesús y se dejó ver en este encuentro. La primera celebración después del ENJUVI con las hermanas de la Red Ignaciana de Acompañamiento fue tomar conciencia que ese ...
"Si esperas a sanar tus heridas y estar bien contigo mismo para después amar y servir, no alcanzarás la mayor plenitud humana, la que resulta de dar-te a los demás desde un amor profundo y un servicio alegre" @Lalovixi