Quiero recordarme a mí mismo, mientras escribo estas líneas, aquella máxima que nos heredó Jorge Manzano S.J., en los Ejercicios Espirituales de enero de 2013, los últimos en que nuestro hermano “aprendiz de filósofo” acompañaría a un grupo de escolares de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús. (Fui de aquellos privilegiados). Lo que Jorge nos dijo un día en los puntos fue: “Los votos son alas, no cadenas”. De los tres votos o consejos evangélicos, les comparto, hermanos, mis meditaciones sobre el voto de pobreza. Lo primero que les diré es que estos han sido meses de grandes lecciones. No puedo recordar algún momento de mi vida en que me haya sentido tan miserable, tan económicamente pobre. Algunos dicen “ando bruja”. Mi experiencia de las últimas semanas ha sido esa, “andar bruja” la mayor parte de los días del mes, vivir sin un clavo en los bolsillos. Pero ¿Eso qué importa? ¿Cómo toca mi vida de jesuita en formación? ¿Cuáles han sido las lecciones par...
"Si esperas a sanar tus heridas y estar bien contigo mismo para después amar y servir, no alcanzarás la mayor plenitud humana, la que resulta de dar-te a los demás desde un amor profundo y un servicio alegre" @Lalovixi