4 de Abril de 2019 Algunas veces, cuando me alejo del trajín, cuando salgo del estrés conscientemente, y otras veces, de manera inesperada, me pasa que… estoy sentado, respiro profundo, cierro los ojos…. de pronto empiezo a sentir ligereza… siento como un vacío debajo del abdomen, una energía placentera recorre mis piernas y siento deseos de saltar. Al mismo tiempo que respiro y caigo en la cuenta del vuelo, de la visita, me empiezo a poner nervioso, quiero seguir sintiendo ese placer, pero mi concentración racional me saca de la experiencia contemplativa interior. Es una paradoja, siento, gozo, y cuando “me doy cuenta” y quiero tematizarlo, cuando quiero definirlo para controlarlo, cuando quiero ver los pasos andados, cuando quiero tratar de prolongar la visita de esa sensación, de esa energía, de ese placer cósmico, de ese Amor amante, entonces pierdo todo… ¿Has sentido su Presencia? ¿Te ha pasado algo así?
"Si esperas a sanar tus heridas y estar bien contigo mismo para después amar y servir, no alcanzarás la mayor plenitud humana, la que resulta de dar-te a los demás desde un amor profundo y un servicio alegre" @Lalovixi