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Mostrando entradas de agosto, 2009

Camino a Akamasoa

El Paraiso del Padre Pedro Opeka Fui a Madagascar por trabajo, y además con una misión personal que me encomendó Desafío, encontrarme con el Padre Pedro Opeka, misionero argentino con más de 30 años de trabajo en la isla al servicio de gente muy pobre. Su trabajo ha dado frutos impresionantes luego de fundar “Akamasoa”, lugar de amigos en idioma malgache, donde viven más de 20.000 personas, tienen agua potable (un lujo para el país), un hospital, colegio para más de 7.000 niños y sobre todo una gran alegría de vivir. La llegada a Madagascar se produce luego de dos escalas. Desde Santiago a Sao Paulo, de ahí a Johannesburgo en Sudáfrica y luego a Antananarivo, capital de Madagascar. Es la cuarta isla más grande del mundo, ubicada al este del continente africano en el océano índico, con cerca de 20 millones de habitantes. Es el país de los baobabs, los lumbres, y cientos de especies de flora y fauna que sólo existen ahí. Su pobreza salta a la vista. Llegamos a Madagascar dos chilenos

Las columnas del mundo

Atrevámonos por unos minutos a coger nuestra vida por las solapas Autor: José Luis Martín Descalzo Fuente: Razones para el amor Me parece terrible decirlo, pero creo que no exagero ni un átomo si aseguro que noventa y cinco de cada cien habitantes de este planeta no se han preguntado jamás -digo «jamás»-- completamente en serio -digo «en serio»-- cuáles son las columnas sobre las que se apoya su vida, cuál es el eje de su existencia, para qué viven verdaderamente. ¿Y de los otros cinco? Dos se lo preguntaron una vez hace años, y ya lo han olvidado; otros dos se dieron a si mismos respuestas tranquilizadoras, que luego no coinciden en nada con la realidad de lo que viven. ¿Y el último? El último... iba a decir que es el santo, pero diré con más exactitud que es el único hombre que existe de cada cien que pisan este mundo. Me temo que el lector esté pensando que comienzo estas líneas demasiado duramente, que soy tal vez pesimista, que... no es para tanto. Pero me pregunto si no será bue

Carta de Diego 4 de Agosto de 2009

Muy querido Lalo: ¿Cómo estás? ¿Cómo va tu verano? Por aquí, todo bien, ahora de vacaciones , tranquilo, relajado, viajando de un lado para otro, siempre dentro de España, para compartir con la familia y los amigos este tiempo más reposado. Y se despidió Julio haciendo honor a su fama de mes caluroso, alfombrando de sol, de luz y de olor a vacaciones, el camino del mes dedicado al emperador César Octavio Augusto, mes en que las grandes ciudades de por aquí se vacían y las playas se atestan de cuerpos tostándose en brazos del astro rey. Yo regresé a Madrid y he descansado del tramo que hice a pie de unos 100 kms del Camino de Santiago recorrido junto a 32 jóvenes, entre Santiago de Compostela y Finisterre, en Galicia, lugar donde en la Edad Media se creía en verdad que se terminaba la tierra. Siempre es maravilloso volver a ese lugar de España, con sus eternos paisajes verdes, sus bosques de nieblas y leyendas, sus costas escarpadas, su océano bravío, sus gentes afables y su comida ino

Datos Casa de Ejercicios Espirituales de Puente Grande, Jal.

CASA DE EJERCICIOS ESPIRITUALES IGNACIANOS DE PUENTE GRANDE, JALISCO INFORMES Y RESERVACIONES Sr. Eduardo Cervantes Medina Instituto de Literatura 45420 Puente Grande, Jalisco Tel. 01 (33) 37 35 - 03 - 13 y 01 (33) 37 35 - 05 -13 Fax 01 (33) 37 35 06 59 Correo Electrónico: mailto:casadeejerciciospuentegrande@gmail.com Encuentra el calendario anual de Ejercicios Espirituales por ciudad y estado en www.sjmex.org A MDG

Reportándome a finales de julio 2009

Familia y amig@s: Estoy muy agradecido con Dios por haber podido disfrutar de unos días o momentos con ustedes. Una semana no es tiempo suficiente para encontrarnos y podernos enterar de todo lo que ha pasado en nuestras vidas. Sin embargo, al verlos me dio la impresión de que el tiempo no había pasado, como que las cosas se hubieran quedado donde estaban. Esa sensación es para mí un signo de que a pesar de la distancia y el tiempo sin hablar, nuestra amistad sigue adelante y tenemos la confianza de los viejos tiempos, o incluso más, en algunos casos. Lo cierto es que claramente muchas cosas han cambiado desde hace dos años que entré a discernir mi vocación en la Compañía de Jesús. Varios de ustedes, queridos primos y amigos, se han casado. (Emilio, Cecilia, Mauricio) y otros están por casarse: Pepón, Octavio… etc. Pues yo estoy muy contento por haberlos podido ver y muy agradecido con Dios por haberme hecho nacer en mi familia y por haberme regalado a

Viento en un tercer piso

27 de abril de 2004 El viento esta soplando fuerte. Las dos ventanas del cuarto están abiertas. Una cortina entra con el viento y la otra sale por la ventana con imperiosa fuerza. Yo estoy en la mesa de la cocina escuchando como canta el viento, como murmura y emite sus razones a cada choque que tiene con la materia. Por un lado escucho tonos de furia y de venganza, materiales duros y mortales. Y por otro lado escucho tonos amables, alentadores, sonidos que me recuerdan mi infancia en el Rancho “Santa Cruz”. Los sonidos del viento que al paso de los árboles y al choque de algunos orificios de las construcciones produce interesantes notas que hacen feliz al alma por instantes. Lo que en un momento puede ser fuente de alegría y paz en el viento, en otro puede llegar a desesperar y a causar temores. Bendito Viento, que no se ve, pero que sopla, que no siempre se escucha y poco se huele. Pero bendito porque siempre se siente. Yo siempre he creído que el viento sopla a mi alrededor cuando

Entrevista al P. Jósé Guitierrez Casillas S.J.

01 de junio de 2009 Mi papa y la cristiada: Gracias a Venustiano Carranza lo corrieron de allá. Mi padre tuvo que huir. Huyo a Guadalajara porque entonces era un pueblo como Tepa que era muy chiquito. Pues allí los riquillos, tanto los cristeros como los no cristeros, pues eran tan enemigos unos como otros, llegaban a tu rancho o a tu hacienda y decían: “denos tanto ganado”, y se lo llevaban. Luego corrían, huían, llegaban los otros y decían: “Ah¡ le dieron al enemigo, ahora nos dan a nosotros. “Ya no tengo”. Pos usted saca porque saca. Y bueno, entonces ya mi Padre… Y lo amenazaban con la muerte. No crean que nada más así: “por favor ayúdanos” Le dijeron: “Nos da o le quitamos a su hijo mayor o en fin, lo amenazaban. Dejo ya las haciendas, abandonadas. Esos años no producían nada. Luego vino el agrarismo. Mi papá quiso resolver nuestras malas resoluciones. Mejor que me la quiten, yo se las vuelvo a dar. Y haber si yo me quedo con algo. No ya estaban los vaqueros. Ya estaban muy lle

En un puerto, pero a la deriva.

23 de mayo de 2004 En el puerto, sin poder encallar, me mantengo a la deriva. Tengo miedo de salir de mar abierto, no me quiero atar a tierra en ningún lado. A la deriva se vive como aventurero, se aprenden cosas, pero voy entendiendo el riesgo que existe de naufragar. Quiero salir vivo en este viaje único, que es mi vida y mi única oportunidad de Amar. Van pasando las estrellas que son señales para seguir mi rumbo, a veces tranquilo, a veces fatal. Vientos nuevos empujan mis velas, aires llenos de sal llenas mis pulmones. Se va acostumbrando mi cuerpo al nivel del mar. El sol me va acompañando en cada día de trabajo y la lluvia no ha faltado para refrescar el espíritu. E En mi cumpleaños amaneció lloviendo. En este puerto siempre hay movimiento. Poco de lectura, mucho de oficina. Tiempos de llamadas, escribir correos. Qué ventaja es la tecnología pero en ocasiones ¡cómo pesa la información en línea!. Eduardo Anaya Sanromán