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Mostrando entradas de abril, 2009

Discernimiento espiritual

El examen de conciencia, vía de acceso al discernimiento. Carlos Rafael Cabarrús P. SJ. Discernir es aprender a reconocer por dónde nos quiere llevar Dios para "dejarnos llevar por Él", para colaborarle, por lo menos, para no estorbarle. Por esto no es algo simple sino un proceso que supone, en primer lugar, que como persona me haya acostumbrado a optar por principio por la vida [1] [1]. Requiere tener el hábito de buscar y elegir lo que nos da vida y lo que da vida a otros-otras; implica que me importen los-las demás y, sobre todo, los y las que son mayoría en este mundo. Esa opción por la vida tiene muchas manifestaciones, una de ellas es la autoestima positiva que se refleja -entre otras muchas actitudes- en el trabajo equilibrado, la capacidad de descansar y recuperar las fuerzas físicas, psíquicas y espirituales, la disposición para el diálogo y el perdón, la apertura a descubrir lo positivo en todo y en todos-todas. Esto conlleva un cambio radical en mi persona y sobre

Imagen de Dios que evoluciona

“Lo importante no esta en el obrar, sino en sentir tu obra, en estar satisfecho y ser agradable a los ojos de Dios después de entregarle tu cosecha”. Si bien es cierto que la vida a veces nos trae complicaciones, problemas y angustias, también es cierto que todos los momentos bellos que en ella hemos pasado son de inmensurable riqueza. Las penas nos habrán destrozado pero más al fondo ya no se puede estar. Y una de las características de la condición humana es la de seguir adelante: pelear por lo que creemos, por lo imperecedero, por la felicidad. Es por eso que a menos que no tengamos ni un poco de estima por nosotros mismos, - el gran valor que tal vez se necesite para alimentarnos y descansar-, podremos levantarnos y continuar. Empezar de nuevo si es necesario, pero siempre con la frente en alto. Porque aunque hayamos cometido el peor de los crímenes, si nos arrepentimos y realmente queremos arreglar reparar el daño que hemos hecho, habrá Alguien que siempre estará a nues

Libertad Interior

En la vida de todos, la libertad es una búsqueda constante. En mi vida, la libertad, ha representado, diversas luchas por sobresalir y por querer demostrar que he encontrado la vocación que me lleva a la felicidad que toda persona desea alcanzar. La temprana infancia, muestra la autenticidad de la vida en la simplicidad de una sonrisa sincera y espontanea de un bebé. Pero al momento de crecer, parece ser que esa no puede ser la libertad, porque para ser libre ¡hay que luchar!, hay que sobresalir lo suficiente como para demostrarse diferente. Para ser auténtico hay que ser el mejor, nunca un incompetente. ¿Los débiles y los incompetentes son libres? Los pobres han de luchar en sus posibilidades, mientras yo me ocupo de mis estudios y de mis éxitos, para no caer en esa pobreza que ni siquiera he volteado a ver, pero que está cerca y la he ignorado conscientemente. Una persona libre es capaz de tomar sus decisiones y de enfocarlas al rumbo de su vida. A esa vida que tantos le

Pensamientos Pedro Opeka

Fragmentos del libro: “MAS ALLA DE LA ESPERANZA, La obra humanitaria del Padre Pedro Opeka " Pobreza. “El dinero sobra en el mundo, el asunto es que no se utiliza bien. Por esa razón cada vez hay más pobres los que habitan el planeta. Pese al desarrollo económico, la pobreza no disminuye y es el gran fracaso de la humanidad. Cuando los recursos sociales los maneja el estado, no llegan a donde deben llegar, van a parar a otro lado, generalmente a los bolsillos de los políticos. Sobre todo en los países subdesarrollados”. “El fatalismo y la resignación van de la mano. No es una buena respuesta a los problemas, pero es una característica de los pobres pensar que las cosas no pueden cambiar. Y no es así, las cosas pueden y deben cambiar. Yo siempre le digo a la gente que llega que aquí no hay lugar para la resignación; tienen que trabajar, ponerse de pie y luchar. Entre todos saldremos adelante. Muchos son sinceros y me dicen que están resignados frente a tantos problemas: el desempl

El arte de bendecir

Al despertar, bendice tu jornada, porque está ya desbordando una abundancia de bienes que tus bendiciones harán aparecer. Porque bendecir significa reconocer el bien infinito que forma parte integrante de la trama misma del universo. Ese bien lo único que espera es una seña tuya para poder manifestarse. Al cruzarte con la gente por la calle, el auto, en tu lugar de trabajo, bendice a todos. La paz de tu bendición será la compañera de su camino, el aura de su discreto perfume será una luz en su itinerario. Bendice a los que te encuentres, derrama tu bendición sobre su salud, su trabajo, su alegría, su relación con Dios, con ellos mismos y con los demás. Bendice a todos en todas las formas imaginables, porque esas bendiciones no sólo esparcen las semillas de la curación, sino que algún día brotarán como otras tantas flores de gozo en los espacios áridos de tu propia vida. Bendice tu ciudad, tus gobernantes y a todos como los educadores, enfermeras, barrenderos, sacerdotes y prostitutas.