El grito de los marginados.
Creemos en el grito de los
marginados que desde su situación de injusticia, de pobreza, de hambre y de
violencia, tienen el coraje intacto para gritar y hacer oír su voz.
- Creemos que Dios, lleno de Amor y Misericordia vive en los barrios de la gente excluida, en “los barrios periféricos” de nuestras ciudades inhumanas.
- Creemos en un Dios que sueña con una situación mejor para las prostitutas, para los drogadictos, borrachos, mendigos y delincuentes.
- Creemos en Jesús que se mete de lleno en la vida de las personas. Que cura, toca, acaricia, levanta, denuncia.

- Creemos en Jesús Resucitado que llena de paz y de esperanza la vida de los hombres y mujeres empobrecidos.
- Creemos en el Espíritu Santo, capaz de arrancar y destruir el pecado de una sociedad, la nuestra, que construye y planifica los barrios marginados, que gasta su dinero en armamentos y dice sin rubor “no hay para todos”.

- Creemos en el Espíritu que escandaliza el corazón del hombre incrédulo de hoy cuando asume la realidad de los excluidos y grita con ellos por su liberación, y les llama a vivir en paz y dignidad.
- Creemos en una Iglesia empeñada en cumplir la Palabra de Jesús: “Venid a Mi los cansados y agobiados que yo os aliviare”. Donde la gente rota y con harapos tiene un lugar y una palabra.
Parroquia de San Ignacio de Loyola,
Cantamisa
de Roberto Padilla S.J.
Valle de Chalco, Estado de México,
23 de
junio de 2013.
“En todo Amar y Servir”
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