“Desde la guerra de independencia, México no construyó un país basado en sus dos grandes tradiciones: el cristianismo y la pluralidad indígena, sino a partir de los modelos liberales europeos y norteamericanos [1] . Las refinadas culturas sociales que pusieron en práctica Quiroga, en Michoacán, fray Pedro Lorenzo de la Nada, en Chiapas (obra continuada contra corriente por Samuel Ruiz) se desdeñaron, y en su lugar se impusieron los diseños sociales y económicos importados de Norteamérica y de una Europa que había aceptado la barbarie del industrialismo y del expansionismo comercial. Lentamente, México se fue convirtiendo en un mundo donde el dinero, el desarrollo económico y el poder fueron el fundamento de su realidad: el pillaje y la corrupción contra la honestidad; el desarrollo industrial y su poder contra la cultura y los valores de la vida comunitaria; el acaparamiento indiscriminado de riquezas contra la sencillez de lo humano y sus límites; la prepotencia contra la humild...
"Si esperas a sanar tus heridas y estar bien contigo mismo para después amar y servir, no alcanzarás la mayor plenitud humana, la que resulta de dar-te a los demás desde un amor profundo y un servicio alegre" @Lalovixi