Toda la raya en alcohol… 07.02.10
Aquel ya vendió sus montones, otro ofrecía un perfume a 40 pesos, éste vendió hasta el machete. Apenas tienen ropa para trabajar, pantalones y camisas rotos y de calzado sólo los huaraches tiznados que traen puestos y que me han dicho les costaron 30 pesos en su tierra. Este pasó la noche tomando solo, en vela, con su grabadora encendida reproduciendo narco corridos y otras canciones, las bocinas apuntando hacia afuera en la puerta de su cuarto, expresando así su profunda soledad, su desesperanza, su protesta…
Días de lluvia 17.02.10
Machetes recargados en las paredes, se quedaron afilados, listos para el trabajo. Hoy nadie los empuñará. El cielo nos trajo lluvia y los cortadores están con sus familias aquí en sus cuartos de la galera. Los que no tienen aquí a su familia, se resguardan en sus cuartos, se sienten solos, fuman marihuana, toman café. Días de desesperación para aquellos que no han podido enviar dinero hace ya semanas a sus familias. Ya ayer las nubes anunciaban la lluvia pero de cualquier modo estos guerreros se prepararon para la batalla. El cielo no perdonó y los machetes se quedaron lavados, afilados y recargados en las paredes.
¿Cómo pasar un día bajo techo, tranquilo, sin ansiedad, cuando se sabe que no habrá puños de caña, que la raya llegará muy pobre?
¿Cómo descansar y agradecer la lluvia, si ya de por sí ha habido poca caña, es mucho el esfuerzo y el trabajo mal pagado,?
$1,200.00 a la semana para los mejores cortadores. ¿Qué son en nuestros tiempos de crisis global $4,800.00 al mes para una familia con 5 o 6 hijos, como la de Camilo?
¿Quién puede descansar en calma, cuando sabe que lejos, en su pueblo, la esposa y sus hijos esperan dinero para poder comer y vestir, para pagar los $170.00 que tienen que pagar cada semana del último préstamo, y en un día lluvioso como hoy no se trabaja?
Soledad, sí… pero para algunos más profunda. Para los que tienen familia lejos hay dolor pero también hay esperanza, un motivo para luchar, para continuar vivo… pero para quienes están solos, sin pareja ni hijos, para un Juvenal o un Cornelio quizá estos días sean los más tristes y oscuros”.
Hombres ya maduros para su cultura, objeto de burlas y ofensas de otros cortadores. Célibes forzados, deseosos de amar y ser amados, que encuentran descanso y olvido en una cerveza, en un porro, y que pasan las tardes, después de la jornada, junto a los lavaderos, tomando el sol, evadiendo el dolor en contacto con los otros solitarios aunque tengan familia.
Heridas antiguas y nuevas de marginación y rechazo, complejo de inferioridad, autoestima quebrada. Y en medio de esos síntomas, que para los psicólogos son señales de una vida vacía, frustrada y sin sentido… ellos ofrecen lo que tienen y lo que son. Esa ha sido mi experiencia. Signos del Reino porque desde su pobreza y abandono, ofrecen a los demás lo mejor de su persona.
Aquel ya vendió sus montones, otro ofrecía un perfume a 40 pesos, éste vendió hasta el machete. Apenas tienen ropa para trabajar, pantalones y camisas rotos y de calzado sólo los huaraches tiznados que traen puestos y que me han dicho les costaron 30 pesos en su tierra. Este pasó la noche tomando solo, en vela, con su grabadora encendida reproduciendo narco corridos y otras canciones, las bocinas apuntando hacia afuera en la puerta de su cuarto, expresando así su profunda soledad, su desesperanza, su protesta…
Días de lluvia 17.02.10
Machetes recargados en las paredes, se quedaron afilados, listos para el trabajo. Hoy nadie los empuñará. El cielo nos trajo lluvia y los cortadores están con sus familias aquí en sus cuartos de la galera. Los que no tienen aquí a su familia, se resguardan en sus cuartos, se sienten solos, fuman marihuana, toman café. Días de desesperación para aquellos que no han podido enviar dinero hace ya semanas a sus familias. Ya ayer las nubes anunciaban la lluvia pero de cualquier modo estos guerreros se prepararon para la batalla. El cielo no perdonó y los machetes se quedaron lavados, afilados y recargados en las paredes.
¿Cómo pasar un día bajo techo, tranquilo, sin ansiedad, cuando se sabe que no habrá puños de caña, que la raya llegará muy pobre?
¿Cómo descansar y agradecer la lluvia, si ya de por sí ha habido poca caña, es mucho el esfuerzo y el trabajo mal pagado,?
$1,200.00 a la semana para los mejores cortadores. ¿Qué son en nuestros tiempos de crisis global $4,800.00 al mes para una familia con 5 o 6 hijos, como la de Camilo?
¿Quién puede descansar en calma, cuando sabe que lejos, en su pueblo, la esposa y sus hijos esperan dinero para poder comer y vestir, para pagar los $170.00 que tienen que pagar cada semana del último préstamo, y en un día lluvioso como hoy no se trabaja?
Soledad, sí… pero para algunos más profunda. Para los que tienen familia lejos hay dolor pero también hay esperanza, un motivo para luchar, para continuar vivo… pero para quienes están solos, sin pareja ni hijos, para un Juvenal o un Cornelio quizá estos días sean los más tristes y oscuros”.
Hombres ya maduros para su cultura, objeto de burlas y ofensas de otros cortadores. Célibes forzados, deseosos de amar y ser amados, que encuentran descanso y olvido en una cerveza, en un porro, y que pasan las tardes, después de la jornada, junto a los lavaderos, tomando el sol, evadiendo el dolor en contacto con los otros solitarios aunque tengan familia.
Heridas antiguas y nuevas de marginación y rechazo, complejo de inferioridad, autoestima quebrada. Y en medio de esos síntomas, que para los psicólogos son señales de una vida vacía, frustrada y sin sentido… ellos ofrecen lo que tienen y lo que son. Esa ha sido mi experiencia. Signos del Reino porque desde su pobreza y abandono, ofrecen a los demás lo mejor de su persona.
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