Dijo que sería "amorosamente provocadora" y de inmediato empezó a compartir muchas de las preguntas que se ha hecho desde que el presidente Felipe Calderón, en 2006, desató su guerra contra el narco y el crimen organizado.
La abogada Guadalupe Morfín Otero, una de las mexicanas que más ha bregado por el reconocimiento y respeto de los derechos humanos en este país, tanto desde la arena civil y académica como en los roles que ha desempeñado como funcionaria del gobierno (fue Fiscal Federal para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas y también titular de la Comisión de Derechos Humanos en Jalisco), soltó sus preguntas en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, invitada por las XV Jornadas de Derecho del ITESO la tarde del 22 de marzo.
¿Qué tipo de diagnóstico llevó a Calderón a organizar su guerra contra el narco? ¿Qué presiones recibió de George W. Bush cuando era presidente de Estados Unidos? ¿Deberían el Ejército y la Marina de México seguir en las calles? ¿Existen otras vías, otras estrategias, otros caminos para seguir combatiendo al crimen organizado, pero sin descuidar otras tareas fundamentales en la construcción de un estado justo y democrático como la educación, la distribución de la riqueza, la impartición de justicia, la generación de empleos o la salud al alcance de todos?
"Al iluminar la guerra, dejamos de iluminar otras tareas que tienen que ver con el cuidado de la casa grande: la República", aseguró Morfín Otero, quien citó como ejemplos del descontrol que vive el país los casos del "fallido" operativo Rápido y Furioso (en el que dos mil 500 armas entraron a México bajo la venia del gobierno estadounidense y ya han costado vidas), y la entrevista que le hizo el diario La Jornada al ex militar -y en ese momento director de seguridad pública de Torreón-Carlos Bibiano, en la que reconocía haber matado a delincuentes sin juicios o investigaciones de por medio.
"Es una lid que por más balas, helicópteros y patrullas que inviertan en ello fuerzas civiles y militares (...) será sin embargo ganada en la medida que hagan bien su trabajo quienes se ocupen de las áreas de desarrollo social, la salud, la cultura, el empleo", dijo la conferencista.
Sin dejar de reconocer la gravedad de la inseguridad pública que vivía el país antes de la llegada de Calderón a la Presidencia (extorsiones, secuestros, tráfico de drogas), Morfín recordó que la violencia tiene muchos rostros, no solo el de las balas y los decapitados.
"Las violencias comienzan mucho antes del primer disparo. Se cocinan lentamente en el caldo de la desigualdad, la exclusión, la discriminación; se cocinan en la invisibilidad a la que reducimos a sectores de la población, a personas concretas", aseveró y agregó: "Es violento que en Jalisco no se reconozca el derecho de las personas del mismo sexo a tener los mismos derechos de las personas que viven en régimen de matrimonio. Es violento para las mujeres de Jalisco pretender obligarlas a contar con el consentimiento expreso de sus cónyuges para someterse a esterilizaciones...".
Para salir del "atolladero" se requieren destrezas femeninas
Frente a las más de 35 mil muertes en lo que va del sexenio de Calderón debido a la lucha gubernamental contra el crimen organizado, la abogada habló reiteradamente de nuevas estrategias e hizo hincapié en la necesidad de recurrir a los derechos "matrios", los fundamentales, los que nos hacen ver "que la prevención, la cultura, los vínculos comunitarios fuertes, la reconstitución de la confianza, son necesarios en una comunidad para que ésta funcione adecuadamente".
Al respecto subrayó que son habilidades femeninas las que hacen falta para que estos derechos adquieran importancia.
"Son destrezas femeninas las que requerimos para salir del atolladero. No es que deban hacerlas solo las mujeres, sino que se requiere un entrenamiento de hombres y mujeres en un modo de pensar distinto, en un discurso que honre la vida (...) no guerrera, sino integral e integradora, una manera de abrirle paso a la justicia y al derecho. Hasta para hacer la guerra se necesita humanidad", sentenció.
Fuente: Portal ITESO, Guadalajara,Jalisco.
La abogada Guadalupe Morfín Otero, una de las mexicanas que más ha bregado por el reconocimiento y respeto de los derechos humanos en este país, tanto desde la arena civil y académica como en los roles que ha desempeñado como funcionaria del gobierno (fue Fiscal Federal para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas y también titular de la Comisión de Derechos Humanos en Jalisco), soltó sus preguntas en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ, invitada por las XV Jornadas de Derecho del ITESO la tarde del 22 de marzo.
¿Qué tipo de diagnóstico llevó a Calderón a organizar su guerra contra el narco? ¿Qué presiones recibió de George W. Bush cuando era presidente de Estados Unidos? ¿Deberían el Ejército y la Marina de México seguir en las calles? ¿Existen otras vías, otras estrategias, otros caminos para seguir combatiendo al crimen organizado, pero sin descuidar otras tareas fundamentales en la construcción de un estado justo y democrático como la educación, la distribución de la riqueza, la impartición de justicia, la generación de empleos o la salud al alcance de todos?
"Al iluminar la guerra, dejamos de iluminar otras tareas que tienen que ver con el cuidado de la casa grande: la República", aseguró Morfín Otero, quien citó como ejemplos del descontrol que vive el país los casos del "fallido" operativo Rápido y Furioso (en el que dos mil 500 armas entraron a México bajo la venia del gobierno estadounidense y ya han costado vidas), y la entrevista que le hizo el diario La Jornada al ex militar -y en ese momento director de seguridad pública de Torreón-Carlos Bibiano, en la que reconocía haber matado a delincuentes sin juicios o investigaciones de por medio.
"Es una lid que por más balas, helicópteros y patrullas que inviertan en ello fuerzas civiles y militares (...) será sin embargo ganada en la medida que hagan bien su trabajo quienes se ocupen de las áreas de desarrollo social, la salud, la cultura, el empleo", dijo la conferencista.
Sin dejar de reconocer la gravedad de la inseguridad pública que vivía el país antes de la llegada de Calderón a la Presidencia (extorsiones, secuestros, tráfico de drogas), Morfín recordó que la violencia tiene muchos rostros, no solo el de las balas y los decapitados.
"Las violencias comienzan mucho antes del primer disparo. Se cocinan lentamente en el caldo de la desigualdad, la exclusión, la discriminación; se cocinan en la invisibilidad a la que reducimos a sectores de la población, a personas concretas", aseveró y agregó: "Es violento que en Jalisco no se reconozca el derecho de las personas del mismo sexo a tener los mismos derechos de las personas que viven en régimen de matrimonio. Es violento para las mujeres de Jalisco pretender obligarlas a contar con el consentimiento expreso de sus cónyuges para someterse a esterilizaciones...".
Para salir del "atolladero" se requieren destrezas femeninas
Frente a las más de 35 mil muertes en lo que va del sexenio de Calderón debido a la lucha gubernamental contra el crimen organizado, la abogada habló reiteradamente de nuevas estrategias e hizo hincapié en la necesidad de recurrir a los derechos "matrios", los fundamentales, los que nos hacen ver "que la prevención, la cultura, los vínculos comunitarios fuertes, la reconstitución de la confianza, son necesarios en una comunidad para que ésta funcione adecuadamente".
Al respecto subrayó que son habilidades femeninas las que hacen falta para que estos derechos adquieran importancia.
"Son destrezas femeninas las que requerimos para salir del atolladero. No es que deban hacerlas solo las mujeres, sino que se requiere un entrenamiento de hombres y mujeres en un modo de pensar distinto, en un discurso que honre la vida (...) no guerrera, sino integral e integradora, una manera de abrirle paso a la justicia y al derecho. Hasta para hacer la guerra se necesita humanidad", sentenció.
Fuente: Portal ITESO, Guadalajara,Jalisco.
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