Una posible interpretación del Evangelio de hoy (Lc 7,
11-17) para el contexto político-social mexicano.
18 de septiembre de 2012, Guadalajara, Jalisco.
En el Evangelio contemplamos a
Jesús que se encuentra, en las afueras de Naim, a una mujer viuda que lleva a
enterrar a su único hijo. Imagina el dolor de una viuda al perder a lo único
que le queda, su joven hijo. Jesús se conmueve y se acerca a la procesión, mira
a los ojos a la afligida viuda y le dice: “No llores”. Luego toca al féretro y
los que lo cargan se detienen. Le dice al muerto: ¡Joven, levántate! y el joven
se incorpora y empieza a hablar.
El P. Juan Carlos nos comparte en
la reflexión de la Eucaristía de esta mañana: Jesús se acerca a las realidades
de los que sufren, acompaña el dolor. Se atreve a tocar la muerte (o lo que
consideramos muerto en nosotros, en la sociedad) y nos invita a no decretar
como muerto lo que aún esta vivo, aunque este moribundo. Jesús detiene la
lógica de la muerte y con voz fuerte dice: “Joven, levántate!”. Lo primero que
hace el joven es hablar, expresarse. Jesús nos despierta del sueño de la
desesperanza y la angustia para que podamos hablar de eso que nos lastima, de
eso que nos tiene moribundos, también como nación. A partir de estas ideas del
P. Juan Carlos hago la siguiente interpretación:
La mujer viuda representa la
Patria, nuestro México. Vemos una mujer en la marginalidad porque ser viuda en
tiempos de Jesús era una desgracia. Estaban totalmente desprotegidas y eran explotadas
por las personas mejor posicionadas de la sociedad.
El joven representa a la juventud
mexicana, que muchos considerábamos ausente de la vida nacional, juventud muerta
para muchos. Jesús se aproxima a la realidad de los mexicanos, toca el féretro
de la corrupción, la injusticia y la violencia que encierra a la juventud y con ello detiene
el proceso de la muerte. Dios se hace presente en la vida de nuestra nación
moribunda…
Es así que los jóvenes de #Másde131
y #YoSoy132 se levantan y empiezan a expresarse. Se levantan y levantan su voz
para hablar en nombre de los millones de desempleados, de las mujeres y niños
explotados laboral y sexualmente, de los indígenas, de los campesinos.
Hay Esperanza, los jóvenes han
despertado. La vida en México está recuperándose… Las cosas en el corazón de
nuestra Patria se están moviendo. Lentamente…
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