“La espera de una <> no debe amortiguar, sino más bien avivar, la preocupación de perfeccionar esta tierra, donde crece el cuerpo de la nueva familia humana, el cual puede de alguna manera anticipar un vislumbre del siglo nuevo. Por ello, aunque hay que distinguir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del reino de Cristo, sin embargo, el primero, en cuanto puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, interesa en gran medida al reino de Dios” (Iglesia Católica, Concilio Vaticano II, Gaudium et Spesno. 39).
Estos días Ecuador, Chile y la Amazonia han estado en el centro de atención de muchos noticieros de América Latina y también muy presentes en las redes sociales. Personalmente, he contribuido con la difusión y viralización del Sínodo Amazónico y de lo que acontece en Chile. Algunas personas me han hecho saber con cariño y confianza que no hay problema en reconocer lo que sucede en Chile, como algo doloroso y, a la vez, esperanzador; y también me han hecho tomar conciencia de las terribles circunstancias por las que pasa nuestro México. Por tanto, a título personal, como católico y ciudadano mexicano, quiero visibilizar nuestros problemas expresando lo me parece que nos duele a la mayoría de los mexicanos:
1. Violencia creciente. Se ha incrementado el número de muertos y otras violencias por causas asociadas al narcotráfico y a la inseguridad pública generalizada. Para muestra de estas violencias tenemos las desapariciones, los enfrentamientos, secuestros, levantones y cobros de cuotas estados de Jalisco, Guanajuato, Tabasco, Oaxaca, Chihuahua, Aguascalientes, Guerrero, Veracruz, Puebla, Querétaro, Hidalgo…
2. Deficiente cobertura del sistema de salud.La atención a la salud es un tema histórico que no hemos sabido enfrentar. Muchas personas se mueren esperando una cita para consulta o para estudios. Los médicos y enfermeras trabajan en condiciones muy precarias. La diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas acaban con la vida y la salud (física, mental y emocional) de miles de personas y sus familias.
3. Mercantilización del trabajo humano.Crisis de desempleo y salarios de hambre. “Así como no es lícito abandonar completamente la determinación del salario a la libre competencia del mercado, así tampoco es lícito que su fijación quede al arbitrio de los poderosos, sin que en esta materia deben guardarse a toda costa las normas de la justicia y la equidad. Esto exige que los trabajadores cobren un salario cuyo importe les permita mantener un nivel de vida verdaderamente humano y hacer frente con dignidad a sus obligaciones familiares” (Juan XXIII en Mater et magistran. 71). Las empresas están recortando personal con frecuencia, alta rotación, precariedad en las condiciones laborales, tercerización (outsourcing).
4. Persecución y asesinatos sistemáticos de defensoras y defensores de derechos humanos (líderes indígenas, ambientalistas, periodistas, activistas sociales, religiosos, sacerdotes, pastores, etc).
5. Industria alimenticia y seguridad alimentaria.La mayor parte de nuestros estados no producen el volumen suficiente de alimentos para satisfacer la demanda de sus ciudadanos. En México producir maíz o leche, por lo general, es más caro que importarlos. Las empresas productoras y comercializadoras alimentos no están reconociendo que muchos de sus productos son nocivos para la salud humana. Además, las empresas embotelladoras nos venden el agua que es un derecho humano y no una mercancía, con la consecuente contaminación por plástico (Pet) de los envases y garrafones.
6. Violencia contra las mujeres, violencia intrafamiliar y abuso sexual de menores.Siguen asesinándose cientos de mujeres cada día en México. Se las sigue oprimiendo con violencia física, económica, psicológica, etc. Tenemos uno de los primeros lugares en abuso sexual infantil.
7. Endeudamiento sistemático de personas y familias del sector socio económicomás empobrecido(préstamos y financiamientos con altos intereses, créditos engañosos, ventas de humo…).
8. Migración.Deficientes políticas públicas para enfrentar el fenómeno migratorio. Seguimos expulsando mexicanos de su propia tierra. Además, los inmigrantes siguen llegando a México intentando cruzar a EUA y muchos, al no conseguirlo, se quedan en territorio mexicano. La trata y tráfico de personas con fines de explotación sexual y laboral es un delito creciente generalmente asociado a los flujos migratorios y a la diversificación delictiva de los cárteles del narcotráfico.
9. Cambio climático.La crisis socio ambiental sigue profundizándose. Se secan los ríos, se contaminan las lagunas y las playas. Las mineras siguen explotando recursos con minas a tajo abierto, fracking y la industria extractivista sigue contaminando ríos, lagos, mares, tierra y aire.
10. Privatización de las Costas de México. El sector turístico está principalmente en manos de extranjeros. Más del 70% de los desarrollos hoteleros de costas mexicana
Gracias porque has leído hasta aquí. A ti hermana, hermano, ¿Qué te duele de nuestro México?
Comenta y comparte. #MeDuelesMexico
Estoy consciente de que no hay fórmulas y recetas fáciles para transformar la realidad de nuestro querido México-, pero lo primero es visibilizar, denunciar, asumir los hechos, para, después, discernir y actuar en conjunto.
PD 1: Invitamos a las personas que les gusta el diseño gráfico y la fotografía a sumarse a la visibilización de estos problemas y desafíos de México. Pueden hacer post para redes sociales, infografías, posters, memes, etc. Usemos la creatividad para sensibilizar y transformar positivamente nuestra realidad social!
PD 2: Es verdad que Ecuador, Haití, Bolivia, Venezuela y Chile, tienen sus problemas… y que Todos somos América Latina, pero, en la práctica democrática, bajo el criterio de la libre autodeterminación de los pueblos, cada país, con su gobierno y sociedad civil (con sus instituciones y partidos políticos, ONG,s, etc) debe habérselas con su realidad.
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