Marzo de 2009
PRESENTACION.
Mi nombre es Guillermo Paz Cinta, tengo 54 años y soy una persona con discapacidad. Mi diagnostico es paraplejia. Provengo de una familia de bajos recursos económicos. Tuvimos que vivir con apoyos de personas que nos conocían ya que mi madre no podía trabajar para poder atenderme y porque padecía una enfermedad de los nervios. Incluso, una navidad, llegamos a comer tortillas duras con manteca y sal junto con un vaso de agua. Y esa fue la única comida que tuvimos en todo el día.
Durante mucho tiempo viví con una actitud pesimista, reclamando y echándole la culpa a Dios por mi condición, creyendo que yo era el único que tenía estas limitaciones físicas.
Hay un momento en el que - por no tener una cultura que nos enseñe como salir adelante, - uno llega a explotar su propia condición de discapacitado causando lástima para que las personas le den a uno lo que pide. Esta fue mi experiencia. Algunas personas me dieron, - y les siguen dando a millones como yo - dinero en efectivo y algunas cosas materiales, pero nunca, o casi nunca nos dan su tiempo para enseñarnos a ser útiles a nosotros mismos y productivos a nuestra sociedad. Yo pedí esto mucho tiempo y no hubo nadie que me enseñara a pescar.
Gracias a Dios llegué a este bendito lugar (Hospital para enfermos crónicos Gustavo Baz Prada) en el que me di cuenta de que no era el único que sufría y de que había otros en peores condiciones. Y sin querer, uno de ellos, al que le habían hecho varias operaciones, me enseño el valor de querer seguir viviendo, sin importar las condiciones físicas en que nos encontremos. Este anciano que tanto había sufrido despertó en mí el deseo de dar un rumbo nuevo y positivo a mi vida.
Mas adelante el amor de una mujer me impulso a seguirme superando y a evolucionar en mi manera de pensar. Quería luchar para estar con ella, pero desafortunadamente, por no tener que ofrecerle la relación termino.
Siguiendo por el camino de la vida en convivencia con otros compañeros como yo, fue creciendo en mí el deseo de poder tener un hogar y vivir como cualquier persona “sana”. Yo fui testigo de lo que varios compañeros sufrieron y como alguno llego incluso al suicidio por no tener que ofrecerle a la persona amada.
Durante mucho tiempo trabajé haciendo bolsas y fui independiente económicamente. Eso me hacia sentir útil y satisfecho al poder ayudar un poco con el fruto de mi trabajo a mi madre.
En otra etapa de mi vida, tuve la fortuna de poder colaborar con el Padre Chinchachoma en la ciudad de México. Mi propuesta al P. Chinchachoma fue que un adicto que había terminado su proceso de rehabilitación se comprometiera a colaborar con una persona con capacidades diferentes (mancuerna) y se apoyaran mutuamente en determinado proyecto que les permitiera superarse juntos y así poder integrarse a la sociedad.
Como voluntario, el P. Chinchachoma me asignó la administración de la casa de adictos“H” durante algunos meses. Yo me di cuenta de que algunos adictos en rehabilitación recibían apoyos y capacitación para el trabajo, pero desafortunadamente mas de la mitad no aprovecharon las oportunidades que tenían para superarse.
Considero que si muchas de las personas con discapacidad contáramos ese tipo de apoyos nos ayudaría a ser personas más plenas y productivas para nuestra sociedad.
De todas estas experiencias y otras más, ha nacido el proyecto que en este documento se ha plasmado: “Enseñando a pescar”.
Antecedentes.
El 13 de marzo de 2002 se publicó el Libro décimo primero de protección e integración de las personas con capacidades diferentes del código administrativo del estado de México.
El 10 de junio de 2005 se publicó la Ley general de las personas con discapacidad que debería ser aplicada en todo el país.
Justificación.
A pesar de que estas leyes y reglamentos fueron publicadas hace ya tres años o mas, considero que no se han implementado eficazmente los programas en beneficio de las personas con discapacidad.
En nuestro país hay aproximadamente 2 millones de personas con capacidades diferentes, de los cuales el 60% son personas que viven en pobreza.
Yo radico en Tepexpan, municipio de Acolman, estado de México. Y por entidad federativa, el estado de México tiene el mayor porcentaje de personas con discapacidad. Alrededor de un 60% de los cuales son pobres.
En esta región del estado de México solamente tenemos al DIF municipal que tiene instalaciones en Acolman, del cual no hemos recibido el apoyo, orientación o información necesaria para desarrollarnos de manera integral. Es cierto que existen algunos programas puntuales en materia de salud para personas con discapacidad y que se han realizado algunas acciones en materia de capacitación para el trabajo. Sin embargo, hasta el momento no ha surgido ningún proyecto o programa que ataque la raíz del problema buscando que nosotros tengamos un empleo definitivo y que seamos económicamente activos para sostener a nuestras familias y no ser una carga para ellas y para nuestro país.
Misión.
El Proyecto “Enseñando a pescar” tiene como objetivo el desarrollo integral de las personas con discapacidad, promoviendo su integración educativa, laboral, recreativa, cultural y deportiva en la sociedad. (Fundamentos: Artículos 4, 5, 6, 7, 9, 10, 13, 19, 20, 21, 22 y 26 de la Ley general de las personas con discapacidad). (Art. 11.37 frac. II del Libro 11 del Código administrativo del estado de México).
“Enseñando a pescar” promueve activamente la autosuficiencia de todas las personas con discapacidad.
¿En qué consiste?
El proyecto consiste en la construcción y desarrollo de una colonia – comunidad, preferentemente en una zona urbana, con casas adaptadas para personas con discapacidad. En la misma colonia se proporcionará educación y capacitación para el trabajo a todos los beneficiarios. El lugar contará con un centro de investigación científica, instalaciones deportivas, un auditorio para actividades culturales, tienda y restaurante. El diseño arquitectónico de todas las instalaciones estará adaptado a las necesidades de cada una de las personas y familias que formarán parte del proyecto. (Fundamento: Capitulo IV de la Ley general de las personas con discapacidad)
“Enseñando a pescar” integra todas las dimensiones de la persona humana, lo que lo convierte en un proyecto único en su tipo, ya que no existe en Latinoamérica ningún lugar con estas características.
Los valores fundamentales del proyecto son: la integración, la justicia social, la equiparación de oportunidades, el reconocimiento de las diferencias, el respeto y la solidaridad. (Art. 5 de LGPD)
Figura legal: Asociación civil. Asociación privada sin fines de lucro.
Visión.
Ser el proyecto pionero e inspirador de cientos de colonias o centros similares, logrando la integración definitiva a la sociedad de millones de personas con discapacidad alrededor del mundo.
Si te interesa saber más sobre el proyecto o aportar comentarios y sugerencias escribe a:
amigosdetepexpan@gmail.com o
eas27@rocketmail.com
PRESENTACION.
Mi nombre es Guillermo Paz Cinta, tengo 54 años y soy una persona con discapacidad. Mi diagnostico es paraplejia. Provengo de una familia de bajos recursos económicos. Tuvimos que vivir con apoyos de personas que nos conocían ya que mi madre no podía trabajar para poder atenderme y porque padecía una enfermedad de los nervios. Incluso, una navidad, llegamos a comer tortillas duras con manteca y sal junto con un vaso de agua. Y esa fue la única comida que tuvimos en todo el día.
Durante mucho tiempo viví con una actitud pesimista, reclamando y echándole la culpa a Dios por mi condición, creyendo que yo era el único que tenía estas limitaciones físicas.
Hay un momento en el que - por no tener una cultura que nos enseñe como salir adelante, - uno llega a explotar su propia condición de discapacitado causando lástima para que las personas le den a uno lo que pide. Esta fue mi experiencia. Algunas personas me dieron, - y les siguen dando a millones como yo - dinero en efectivo y algunas cosas materiales, pero nunca, o casi nunca nos dan su tiempo para enseñarnos a ser útiles a nosotros mismos y productivos a nuestra sociedad. Yo pedí esto mucho tiempo y no hubo nadie que me enseñara a pescar.
Gracias a Dios llegué a este bendito lugar (Hospital para enfermos crónicos Gustavo Baz Prada) en el que me di cuenta de que no era el único que sufría y de que había otros en peores condiciones. Y sin querer, uno de ellos, al que le habían hecho varias operaciones, me enseño el valor de querer seguir viviendo, sin importar las condiciones físicas en que nos encontremos. Este anciano que tanto había sufrido despertó en mí el deseo de dar un rumbo nuevo y positivo a mi vida.
Mas adelante el amor de una mujer me impulso a seguirme superando y a evolucionar en mi manera de pensar. Quería luchar para estar con ella, pero desafortunadamente, por no tener que ofrecerle la relación termino.
Siguiendo por el camino de la vida en convivencia con otros compañeros como yo, fue creciendo en mí el deseo de poder tener un hogar y vivir como cualquier persona “sana”. Yo fui testigo de lo que varios compañeros sufrieron y como alguno llego incluso al suicidio por no tener que ofrecerle a la persona amada.
Durante mucho tiempo trabajé haciendo bolsas y fui independiente económicamente. Eso me hacia sentir útil y satisfecho al poder ayudar un poco con el fruto de mi trabajo a mi madre.
En otra etapa de mi vida, tuve la fortuna de poder colaborar con el Padre Chinchachoma en la ciudad de México. Mi propuesta al P. Chinchachoma fue que un adicto que había terminado su proceso de rehabilitación se comprometiera a colaborar con una persona con capacidades diferentes (mancuerna) y se apoyaran mutuamente en determinado proyecto que les permitiera superarse juntos y así poder integrarse a la sociedad.
Como voluntario, el P. Chinchachoma me asignó la administración de la casa de adictos“H” durante algunos meses. Yo me di cuenta de que algunos adictos en rehabilitación recibían apoyos y capacitación para el trabajo, pero desafortunadamente mas de la mitad no aprovecharon las oportunidades que tenían para superarse.
Considero que si muchas de las personas con discapacidad contáramos ese tipo de apoyos nos ayudaría a ser personas más plenas y productivas para nuestra sociedad.
De todas estas experiencias y otras más, ha nacido el proyecto que en este documento se ha plasmado: “Enseñando a pescar”.
Antecedentes.
El 13 de marzo de 2002 se publicó el Libro décimo primero de protección e integración de las personas con capacidades diferentes del código administrativo del estado de México.
El 10 de junio de 2005 se publicó la Ley general de las personas con discapacidad que debería ser aplicada en todo el país.
Justificación.
A pesar de que estas leyes y reglamentos fueron publicadas hace ya tres años o mas, considero que no se han implementado eficazmente los programas en beneficio de las personas con discapacidad.
En nuestro país hay aproximadamente 2 millones de personas con capacidades diferentes, de los cuales el 60% son personas que viven en pobreza.
Yo radico en Tepexpan, municipio de Acolman, estado de México. Y por entidad federativa, el estado de México tiene el mayor porcentaje de personas con discapacidad. Alrededor de un 60% de los cuales son pobres.
En esta región del estado de México solamente tenemos al DIF municipal que tiene instalaciones en Acolman, del cual no hemos recibido el apoyo, orientación o información necesaria para desarrollarnos de manera integral. Es cierto que existen algunos programas puntuales en materia de salud para personas con discapacidad y que se han realizado algunas acciones en materia de capacitación para el trabajo. Sin embargo, hasta el momento no ha surgido ningún proyecto o programa que ataque la raíz del problema buscando que nosotros tengamos un empleo definitivo y que seamos económicamente activos para sostener a nuestras familias y no ser una carga para ellas y para nuestro país.
Misión.
El Proyecto “Enseñando a pescar” tiene como objetivo el desarrollo integral de las personas con discapacidad, promoviendo su integración educativa, laboral, recreativa, cultural y deportiva en la sociedad. (Fundamentos: Artículos 4, 5, 6, 7, 9, 10, 13, 19, 20, 21, 22 y 26 de la Ley general de las personas con discapacidad). (Art. 11.37 frac. II del Libro 11 del Código administrativo del estado de México).
“Enseñando a pescar” promueve activamente la autosuficiencia de todas las personas con discapacidad.
¿En qué consiste?
El proyecto consiste en la construcción y desarrollo de una colonia – comunidad, preferentemente en una zona urbana, con casas adaptadas para personas con discapacidad. En la misma colonia se proporcionará educación y capacitación para el trabajo a todos los beneficiarios. El lugar contará con un centro de investigación científica, instalaciones deportivas, un auditorio para actividades culturales, tienda y restaurante. El diseño arquitectónico de todas las instalaciones estará adaptado a las necesidades de cada una de las personas y familias que formarán parte del proyecto. (Fundamento: Capitulo IV de la Ley general de las personas con discapacidad)
“Enseñando a pescar” integra todas las dimensiones de la persona humana, lo que lo convierte en un proyecto único en su tipo, ya que no existe en Latinoamérica ningún lugar con estas características.
Los valores fundamentales del proyecto son: la integración, la justicia social, la equiparación de oportunidades, el reconocimiento de las diferencias, el respeto y la solidaridad. (Art. 5 de LGPD)
Figura legal: Asociación civil. Asociación privada sin fines de lucro.
Visión.
Ser el proyecto pionero e inspirador de cientos de colonias o centros similares, logrando la integración definitiva a la sociedad de millones de personas con discapacidad alrededor del mundo.
Si te interesa saber más sobre el proyecto o aportar comentarios y sugerencias escribe a:
amigosdetepexpan@gmail.com o
eas27@rocketmail.com
Comentarios