En la vida de todos, la libertad es una búsqueda constante. En mi vida, la libertad, ha representado, diversas luchas por sobresalir y por querer demostrar que he encontrado la vocación que me lleva a la felicidad que toda persona desea alcanzar.
La temprana infancia, muestra la autenticidad de la vida en la simplicidad de una sonrisa sincera y espontanea de un bebé. Pero al momento de crecer, parece ser que esa no puede ser la libertad, porque para ser libre ¡hay que luchar!, hay que sobresalir lo suficiente como para demostrarse diferente. Para ser auténtico hay que ser el mejor, nunca un incompetente.
¿Los débiles y los incompetentes son libres? Los pobres han de luchar en sus posibilidades, mientras yo me ocupo de mis estudios y de mis éxitos, para no caer en esa pobreza que ni siquiera he volteado a ver, pero que está cerca y la he ignorado conscientemente. Una persona libre es capaz de tomar sus decisiones y de enfocarlas al rumbo de su vida. A esa vida que tantos le han dicho como debe de vivir.
La libertad también se encuentra en la decisión libre de acercarse al culto de la religión a la que pertenezco, creo que esto me hace libre de espíritu. Acercarse a Dios forma a “buenos ciudadanos”, y yo quiero ser un buen hombre.
Este es en gran medida el recorrido de lo que yo creía que era libertad. Hacer muchas cosas buenas que me hacen crecer como un ente social. Acercarme a Dios para ser mejor y conseguir todo aquello que externamente hace a un hombre vivir en libertad, para hacer todo lo que cree que es mejor. Lo que la sociedad le ha enseñado que es la libertad.
Personalmente ha habido luchas constantes por alcanzar la felicidad en un mundo de planes opresores en los que la sociedad está de acuerdo, porque también es esclava.
¿QUE ME OFRECE LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA ANTE ESTA SUPUESTA LIBERTAD DEL MUNDO?
Ignacio fue un hombre lleno de aparentes libertades que un hombre noble de su época podía acceder. Se encontraba en la cúspide de su vida profesional al servir para la corte del Rey. Tenía todo para vivir de prestigio y renombre, en eso estaba su tesoro. Siendo caballero coronaría el triunfo de un héroe. ¿Puede un héroe no ser libre, cuando libera a otros de sus enemigos?
Ignacio López de Loyola descubre que era más esclavo de lo que se pudiera imaginar. Y su esclavitud mas fuerte era producida por si mismo. Sus afectos desordenados, lo llevan a ser de todo, menos de su propio ser. Al verse en el fracaso de su vida se encuentra con la inquietud de una nueva opción que nunca había considerado. Una paz redentora e independiente de lo que el mundo pudiera ofrecer. Tal y como lo puede ver en la vida de los santos.
Ignacio llega a entender que hay una nueva manera de ser un héroe independiente de lo que la sociedad pueda marcar.
En la vida de todos hay momentos cortos o largos que permiten descubrir que el desprendimiento y la descentralización personal, permiten la actuación de Dios.
En la espiritualidad Ignaciana encuentro una fuerte insistencia en el orden de los afectos. ¿Es acaso porque Ignacio descubrió que lo que el mundo ofrece, no siempre es lo mejor para vivir en independencia real? Los afectos son buenos, pero desordenados, llegan a ser el principal yugo que atenta contra la libertad que el corazón del hombre tanto desea.
RELACIÓN PERSONAL CON EL REY ETERNAL
Ignacio entendió primero que alcanzaría la plenitud, copiando actitudes de los santos, desprendiéndose simplemente de lo malo y siendo caballero para Dios. Pero poco después se encontró con sus pasiones desordenadas que lo acompañaron gran parte de su vida. Cuando experimentó a Dios personalmente y no desde los santos; palpó la libertad que buscaba internamente (San Agustín comentaría sobre el deseo del corazón del hombre que no descansa hasta toparse con Dios, pues para él hemos sido creados) es cuando Ignacio ve todo nuevo. Para lograr esto, tuvo que experimentar personal e íntimamente a Dios.
Es necesaria esta relación, para poder pasar de una imitación a un real seguimiento de Cristo. Porque se sigue a Dios desde la experiencia personal y no desde la de otros, por mas santos que estos sean.
La relación tan íntima que alcanzó este santo de Loyola lo condujo a ser del Cristo vivo y a encontrar la verdadera vocación de todo hombre: <>. Todo él, con sus proyectos y actitudes interiores y exteriores se oriento a agradar a ese Rey que jamás morirá y al que sería una ofensa rechazarle.
LIBERTAD LIBERADORA
DE IGNACIO DE LOYOLA
En su experiencia en el Cardoner (Manresa) al ver todo nuevo, al descubrir la trinidad en perfecta unión y armonía, se ordena al servicio y alabanza de Dios. Hace de su divina majestad su único principio y su único fundamento. Ve a la trinidad en forma de tres teclas, como si fuera una armoniosa nota musical. Es este pequeño signo, que lo hace no mirar atrás, descubre que a Dios se le sirve con lo que se tiene y haciendo en todo su voluntad. Primero descubriendo la misericordia divina que impulsa a amar a todo hombre.
Todos tenemos derecho a experimentar ese amor liberador. ¿Por qué es liberador?, porque nos lleva a encontrar el fin para el que fuimos creados. Porque nuestra vida encaja perfectamente con los deseos de Dios. Pero ¿cómo vamos a conocer esos deseos si no los escuchamos personal e íntimamente de sus labios?
Ignacio reconoció que todo hombre tiene derecho a regresar a la casa de su padre y experimentarse amado y libre de todos los planes agotadores del mundo. Es por ello que insiste en que otros conozcan al Dios que devuelve la vida. Esa vida que se pierde al desgastarse por ganar el mundo entero.
Encuentra una mayor libertad en darse para hacer la voluntad de Dios y crear reino, salvando las mas almas posibles. El espíritu mismo le regala los ejercicios espirituales. Que hoy siguen siendo una posibilidad de conocer cercana e íntimamente a Dios que rompe yugos y ordena amorosamente nuestra vida y nuestros afectos para internar amar desde la perfección.
Esta experiencia de libertad invita a la creación del Reino y a compartirlo con todos, lo que después llevará a este gran santo, a crear un grupo de amigos que los une el amor del mismo Dios que les ha abierto los ojos y les ha puesto con el hijo para servirle <>.
PUNTOS A CONSIDERAR PARA BUSCAR LA LIBERTAD INTERIOR.
1.- El mundo nos ofrece diferentes posibilidades para intentar vivir en libertad. Pero superficialmente existe una cara que en el interior del hombre solo hace desgastarse y perder la vida sin encontrar lo que en verdad su corazón desea.
2.- La peor opresión, es la que nosotros mismos generamos. Muchas veces conocemos el camino a la salida, pero decidimos no abrir los candados y podemos vivir en una falsa libertad.
3.- El orden de los afectos si altera el producto. Pues donde está tu tesoro, ahí está tu corazón. La Espiritualidad de Ignacio nos propone la libertad, desde el orden de los afectos, teniendo como tesoro el amor más puro. Lo que el corazón íntimamente desea.
4.- Una relación íntima con Dios se busca fervorosamente. Solo de esta manera podemos encontrar nuestra vocación de <> que nos invita a participar en la co-creación de su Reino de amor.
5.- La libertad que se experimenta en la relación amorosa con la trinidad como perfección en el amor; tiene efectos comunitarios. Invita a todos a compartir esa experiencia de ver todo nuevo. A acercarse con los que desean seguir al Dios vivo y experimentarlo desde sus posibilidades.
David Israel Ortiz Ruiz nSJ
Cd. Guzmán, México
La temprana infancia, muestra la autenticidad de la vida en la simplicidad de una sonrisa sincera y espontanea de un bebé. Pero al momento de crecer, parece ser que esa no puede ser la libertad, porque para ser libre ¡hay que luchar!, hay que sobresalir lo suficiente como para demostrarse diferente. Para ser auténtico hay que ser el mejor, nunca un incompetente.
¿Los débiles y los incompetentes son libres? Los pobres han de luchar en sus posibilidades, mientras yo me ocupo de mis estudios y de mis éxitos, para no caer en esa pobreza que ni siquiera he volteado a ver, pero que está cerca y la he ignorado conscientemente. Una persona libre es capaz de tomar sus decisiones y de enfocarlas al rumbo de su vida. A esa vida que tantos le han dicho como debe de vivir.
La libertad también se encuentra en la decisión libre de acercarse al culto de la religión a la que pertenezco, creo que esto me hace libre de espíritu. Acercarse a Dios forma a “buenos ciudadanos”, y yo quiero ser un buen hombre.
Este es en gran medida el recorrido de lo que yo creía que era libertad. Hacer muchas cosas buenas que me hacen crecer como un ente social. Acercarme a Dios para ser mejor y conseguir todo aquello que externamente hace a un hombre vivir en libertad, para hacer todo lo que cree que es mejor. Lo que la sociedad le ha enseñado que es la libertad.
Personalmente ha habido luchas constantes por alcanzar la felicidad en un mundo de planes opresores en los que la sociedad está de acuerdo, porque también es esclava.
¿QUE ME OFRECE LA ESPIRITUALIDAD IGNACIANA ANTE ESTA SUPUESTA LIBERTAD DEL MUNDO?
Ignacio fue un hombre lleno de aparentes libertades que un hombre noble de su época podía acceder. Se encontraba en la cúspide de su vida profesional al servir para la corte del Rey. Tenía todo para vivir de prestigio y renombre, en eso estaba su tesoro. Siendo caballero coronaría el triunfo de un héroe. ¿Puede un héroe no ser libre, cuando libera a otros de sus enemigos?
Ignacio López de Loyola descubre que era más esclavo de lo que se pudiera imaginar. Y su esclavitud mas fuerte era producida por si mismo. Sus afectos desordenados, lo llevan a ser de todo, menos de su propio ser. Al verse en el fracaso de su vida se encuentra con la inquietud de una nueva opción que nunca había considerado. Una paz redentora e independiente de lo que el mundo pudiera ofrecer. Tal y como lo puede ver en la vida de los santos.
Ignacio llega a entender que hay una nueva manera de ser un héroe independiente de lo que la sociedad pueda marcar.
En la vida de todos hay momentos cortos o largos que permiten descubrir que el desprendimiento y la descentralización personal, permiten la actuación de Dios.
En la espiritualidad Ignaciana encuentro una fuerte insistencia en el orden de los afectos. ¿Es acaso porque Ignacio descubrió que lo que el mundo ofrece, no siempre es lo mejor para vivir en independencia real? Los afectos son buenos, pero desordenados, llegan a ser el principal yugo que atenta contra la libertad que el corazón del hombre tanto desea.
RELACIÓN PERSONAL CON EL REY ETERNAL
Ignacio entendió primero que alcanzaría la plenitud, copiando actitudes de los santos, desprendiéndose simplemente de lo malo y siendo caballero para Dios. Pero poco después se encontró con sus pasiones desordenadas que lo acompañaron gran parte de su vida. Cuando experimentó a Dios personalmente y no desde los santos; palpó la libertad que buscaba internamente (San Agustín comentaría sobre el deseo del corazón del hombre que no descansa hasta toparse con Dios, pues para él hemos sido creados) es cuando Ignacio ve todo nuevo. Para lograr esto, tuvo que experimentar personal e íntimamente a Dios.
Es necesaria esta relación, para poder pasar de una imitación a un real seguimiento de Cristo. Porque se sigue a Dios desde la experiencia personal y no desde la de otros, por mas santos que estos sean.
La relación tan íntima que alcanzó este santo de Loyola lo condujo a ser del Cristo vivo y a encontrar la verdadera vocación de todo hombre: <
LIBERTAD LIBERADORA
DE IGNACIO DE LOYOLA
En su experiencia en el Cardoner (Manresa) al ver todo nuevo, al descubrir la trinidad en perfecta unión y armonía, se ordena al servicio y alabanza de Dios. Hace de su divina majestad su único principio y su único fundamento. Ve a la trinidad en forma de tres teclas, como si fuera una armoniosa nota musical. Es este pequeño signo, que lo hace no mirar atrás, descubre que a Dios se le sirve con lo que se tiene y haciendo en todo su voluntad. Primero descubriendo la misericordia divina que impulsa a amar a todo hombre.
Todos tenemos derecho a experimentar ese amor liberador. ¿Por qué es liberador?, porque nos lleva a encontrar el fin para el que fuimos creados. Porque nuestra vida encaja perfectamente con los deseos de Dios. Pero ¿cómo vamos a conocer esos deseos si no los escuchamos personal e íntimamente de sus labios?
Ignacio reconoció que todo hombre tiene derecho a regresar a la casa de su padre y experimentarse amado y libre de todos los planes agotadores del mundo. Es por ello que insiste en que otros conozcan al Dios que devuelve la vida. Esa vida que se pierde al desgastarse por ganar el mundo entero.
Encuentra una mayor libertad en darse para hacer la voluntad de Dios y crear reino, salvando las mas almas posibles. El espíritu mismo le regala los ejercicios espirituales. Que hoy siguen siendo una posibilidad de conocer cercana e íntimamente a Dios que rompe yugos y ordena amorosamente nuestra vida y nuestros afectos para internar amar desde la perfección.
Esta experiencia de libertad invita a la creación del Reino y a compartirlo con todos, lo que después llevará a este gran santo, a crear un grupo de amigos que los une el amor del mismo Dios que les ha abierto los ojos y les ha puesto con el hijo para servirle <
PUNTOS A CONSIDERAR PARA BUSCAR LA LIBERTAD INTERIOR.
1.- El mundo nos ofrece diferentes posibilidades para intentar vivir en libertad. Pero superficialmente existe una cara que en el interior del hombre solo hace desgastarse y perder la vida sin encontrar lo que en verdad su corazón desea.
2.- La peor opresión, es la que nosotros mismos generamos. Muchas veces conocemos el camino a la salida, pero decidimos no abrir los candados y podemos vivir en una falsa libertad.
3.- El orden de los afectos si altera el producto. Pues donde está tu tesoro, ahí está tu corazón. La Espiritualidad de Ignacio nos propone la libertad, desde el orden de los afectos, teniendo como tesoro el amor más puro. Lo que el corazón íntimamente desea.
4.- Una relación íntima con Dios se busca fervorosamente. Solo de esta manera podemos encontrar nuestra vocación de <
5.- La libertad que se experimenta en la relación amorosa con la trinidad como perfección en el amor; tiene efectos comunitarios. Invita a todos a compartir esa experiencia de ver todo nuevo. A acercarse con los que desean seguir al Dios vivo y experimentarlo desde sus posibilidades.
David Israel Ortiz Ruiz nSJ
Cd. Guzmán, México
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