Viernes 29 de octubre de 2010
Por German Petersen
Guadalajara, Jalisco.
Tomaremos de la “Primera Lectura” correspondiente al día de hoy, la estructura.
Lectura del ficticio Libro de la Esperanza, de la carta ficticia de algunos jóvenes no ficticios.
Nosotros, Sotero, Luis Alberto y Luis Ángel, siervos de Cristo Jesús, miembros del grupo de danzantes religiosos Juan Pablo Segundo de Ciudad Juárez y asesinados arteramente hace justo una semana, al lado de 11 amigos más, deseamos la gracia y la paz de parte de la Vida Madre Todopoderosa, a todos los hermanas y hermanos mexicanos que aún siguen con vida.
Cada vez que nosacordamos de ustedes, damos gracias a Dios; aunque siempre que pedimos por ustedes, lo hacemos con cierto pesar, porque millones de mexicanos poco o nada colaboraronpara evitar el injusto asesinato del que fuimos víctimas, y que hoy tiene llorando a nuestras familias.
Queremos estar convencidos de que Aquel que comenzó en ustedes alguna obra en favor de la paz, la irá perfeccionando siempre, hasta el día de instauración final de armonía plena para todos. Por lo demás, es muy justo que nosotros tengamos estos sentimientos para con todos ustedes, pues los llevamos en nuestros corazones y, desde el lugar donde ahora estamos, preferimos que ustedes sigan disfrutando de su vida terrena, de sus familias y amigos, de sus proyectos e ilusiones, de sus sueños y aspiraciones, en lugar de que nos estén acompañando.
Todo a su tiempo; el nuestro, lo adelantaron. Ésta es nuestra oración por ustedes: que su esperanza siga creciendo y lo haga al parejo de su compromiso con las víctimas de esta guerra dolorosa y sin dirección, y al parejo también de una voluntad resuelta para no callar la boca ni los actos en la búsqueda de un México en paz cristiana: solidaria, justa, igualitaria y, en suma, amorosa.
Palabra de Sotero, Luis Alberto y Luis Ángel.
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