Por una cultura de la VIDA
Eduardo Anaya Sanromán
Es cada vez más común ver circulando periódicos, revistas y otras publicaciones impresas que ofrecen contenidos deshumanizadores. Contenidos que en vez de construir, destruyen a la persona humana. Estamos hablando de publicaciones amarillistas y sensacionalistas llenas de crónicas sangrientas con fotografías, y también de publicaciones con imágenes y datos referentes a lo sexual. De hecho es frecuente encontrar las dos tendencias en la misma publicación. Violencia y sexo: Excelente combinación para atraer y vender. Los editores, dueños y accionistas de estas empresas saben bien lo que hacen.
Es verdad que nosotros tenemos la libertad de consumir los productos que mejor nos parezcan. Sin embargo considero que los empresarios de los medios de comunicación y nuestros gobiernos también deberían preocuparse por la información y contenidos que se ofertan en los estanquillos y que no forman ni edifican, sino más bien, que deforman y destruyen a las personas.
Desafortunadamente la formación y educación no se suplen con nada. De ahí la importancia de que los padres de familia se tomen en serio su papel de educadores y den ejemplo a sus hijos de lo que vale la pena leer, escuchar y ver.
Jesús quiso que nosotros tuviéramos vida, y vida en abundancia. Este tipo de publicaciones no edifican, no nos dan vida, por el contrario, nos llevan a la tristeza, al desanimo, a la muerte.. La mentira y el pecado nos llevan a la muerte.
No se trata de cerrar los ojos, y creer que no hay asesinatos, que no mueren personas en accidentes carreteros, que no hay familias desintegradas o ajustes de cuentas de los narcotraficantes. De lo que se trata es de dejar de concentrar nuestra atención en esas acciones que no llevan a la vida. Se trata de reconocer y asimilar estas tragedias humanas, pero no para seguirlas reproduciendo, sino para tratar de cambiar de rumbo.
Seamos objetivos, mira a tu alrededor, entre tus familiares, amigos y conocidos y verás que hay gente que todos los días gasta $5.00, $6.00. o hasta $ 10.00 pesos en algún periódico de estos sensacionalistas. Es un cierto tipo de adicción. Así como el alcohol, y el tabaco, también estos materiales van creando en el hombre y la mujer insensibilidad, y cada vez se van demandando mayores dosis. (Caso comprobado con la pornografía).
Al comprar estos materiales sensacionalistas y amarillistas estamos – conciente o inconcientemente - promoviendo la cultura de la muerte. Estamos fortaleciendo una cultura de violencia, utilitarismo y materialismo. Unos pocos se hacen ricos con la venta de estos periódicos y revistas, mientras el pueblo se desgarra y padece por falta de contenidos edificantes y humanizadores.
Por supuesto, que a estos grupos les conviene tenernos callados, sometidos, comprando sus productos. Es un engaño muy sutil.
¿Qué piensas hacer?
Por lo pronto te ofrezco que te pongas en contacto con una organización de la sociedad civil que se llama “A favor de lo mejor en los medios”
www.afavordelomejor.org
Eduardo Anaya Sanromán
Es cada vez más común ver circulando periódicos, revistas y otras publicaciones impresas que ofrecen contenidos deshumanizadores. Contenidos que en vez de construir, destruyen a la persona humana. Estamos hablando de publicaciones amarillistas y sensacionalistas llenas de crónicas sangrientas con fotografías, y también de publicaciones con imágenes y datos referentes a lo sexual. De hecho es frecuente encontrar las dos tendencias en la misma publicación. Violencia y sexo: Excelente combinación para atraer y vender. Los editores, dueños y accionistas de estas empresas saben bien lo que hacen.
Es verdad que nosotros tenemos la libertad de consumir los productos que mejor nos parezcan. Sin embargo considero que los empresarios de los medios de comunicación y nuestros gobiernos también deberían preocuparse por la información y contenidos que se ofertan en los estanquillos y que no forman ni edifican, sino más bien, que deforman y destruyen a las personas.
Desafortunadamente la formación y educación no se suplen con nada. De ahí la importancia de que los padres de familia se tomen en serio su papel de educadores y den ejemplo a sus hijos de lo que vale la pena leer, escuchar y ver.
Jesús quiso que nosotros tuviéramos vida, y vida en abundancia. Este tipo de publicaciones no edifican, no nos dan vida, por el contrario, nos llevan a la tristeza, al desanimo, a la muerte.. La mentira y el pecado nos llevan a la muerte.
No se trata de cerrar los ojos, y creer que no hay asesinatos, que no mueren personas en accidentes carreteros, que no hay familias desintegradas o ajustes de cuentas de los narcotraficantes. De lo que se trata es de dejar de concentrar nuestra atención en esas acciones que no llevan a la vida. Se trata de reconocer y asimilar estas tragedias humanas, pero no para seguirlas reproduciendo, sino para tratar de cambiar de rumbo.
Seamos objetivos, mira a tu alrededor, entre tus familiares, amigos y conocidos y verás que hay gente que todos los días gasta $5.00, $6.00. o hasta $ 10.00 pesos en algún periódico de estos sensacionalistas. Es un cierto tipo de adicción. Así como el alcohol, y el tabaco, también estos materiales van creando en el hombre y la mujer insensibilidad, y cada vez se van demandando mayores dosis. (Caso comprobado con la pornografía).
Al comprar estos materiales sensacionalistas y amarillistas estamos – conciente o inconcientemente - promoviendo la cultura de la muerte. Estamos fortaleciendo una cultura de violencia, utilitarismo y materialismo. Unos pocos se hacen ricos con la venta de estos periódicos y revistas, mientras el pueblo se desgarra y padece por falta de contenidos edificantes y humanizadores.
Por supuesto, que a estos grupos les conviene tenernos callados, sometidos, comprando sus productos. Es un engaño muy sutil.
¿Qué piensas hacer?
Por lo pronto te ofrezco que te pongas en contacto con una organización de la sociedad civil que se llama “A favor de lo mejor en los medios”
www.afavordelomejor.org
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