Villahermosa Tabasco a 25 de enero de 2008
CARTA DE INFORMACIÓN Y AGRADECIMIENTO
A los compañeros Jesuitas, a Organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales que apoyan nuestro trabajo y a tantas personas que han confiado en nuestro esfuerzo.
La inspiración recibida por parte de instituciones especializadas en desastres, para apoyar la fase de de “reconstrucción”, la fase más difícil, pretende responder a esta pregunta ¿Cómo apoyar a las familias más pobres que perdieron sus escasos cultivos de subsistencia, en los meses más críticos, mientras sus tierras vuelvan a producir? Después que pasa un tiempo de la inundación, que se retira la noticia de la televisión y los periódicos, se complica más la economía familiar. Sabemos que sólo los damnificados apoyados y organizados podrán superar su situación crítica, durante los meses siguientes, mientras sus cultivos vuelven a dar frutos. La dádiva urgente y necesaria es un paliativo, pero si se alarga en el tiempo hace pasiva aun a la gente creativa o dinámica.
Luego del apoyo intenso con despensas, agua y medicinas de los días, posteriores a la terrible inundación, como no se había visto en 50 años en territorio Tabasqueño, iniciamos junto con otras dos organizaciones hermanas la preparación de la fase de reconstrucción.
Los días posteriores al 3 de enero entramos en contacto con 350 campesinos que llenaban los criterios de selección: las personas más pobres de las comunidades campesinas, que no tienen ganado, ni tierras ni otro trabajo que el de la tierra y que se “fueron al agua”.
Ayer todavía con el sol casi a plomo, observé a un campesino de unos 55 años, cultivando maíz. No era más de media hectárea de buena tierra, la que cultivaba, pero junto al cauce del Mezcalapa, el que durante el año corre lentamente y es un arroyo, pero que durante las inundaciones causó gravísimos daños a miles de personas. La tierra no era de él. Se la prestaron para que sembrara maíz, pues había perdido la cosecha del ciclo anterior por la inundación. Iniciaba de nuevo la fatiga de un nuevo intento. Este podría ser el tipo de campesino que será el sujeto de nuestro proyecto, que pretende ayudar a producir lo básico y darles apoyo alimentario a mitad de precio, durante 5 ó 6 meses a las personas más pobres previamente seleccionadas.
Nuestro equipo tiene una comisión de análisis y difusión que ya ha venido elaborando una cuidadosa cronología de lo sucedido. Además ha venido dando seguimiento puntual a las declaraciones de los políticos y sistematizando algunas posturas de los analistas nacionales. Revisarán además el papel de los principales actores sociales y políticos locales durante el tiempo de la inundación y rehabilitación de Tabasco.
Muy relacionada con la anterior, otra comisión hace un monitoreo de los recursos nacionales e internacionales que han llegado al Estado de Tabasco, así como su aplicación por parte de los gobiernos federales, estatales y municipales. Promoveremos el derecho a la Información, y la Transparencia.
La comisión de educación y organización elabora pláticas que se ofrecerán a los pequeños núcleos que se han creado en 40 comunidades y rancherías, en 7 municipios de Tabasco.
Tres pequeñas tiendas se han instalado para proporcionar alimentos e insumos para la producción. Hemos conseguido con mayoristas que nos den precios especiales. Además los productos se venderán a los participantes del programa a la mitad del precio comercial. Los beneficios que se obtengan se reinvertirán hasta que se agoten, probablemente en unos 5 meses. Nos motiva el derecho a la alimentación.
La inundación contaminó los pozos de la región, de tal manera que será necesario “curarlos”. Para tal efecto tenemos detectados 350 pozos que serán “saneados”. En este momento se han trabajado más de 150 pozos. Además del enorme beneficio inmediato, la salud, (llegará cuando menos a 3,000 personas), los dueños de los pozos se capacitan en nuevas técnicas para “sanear” pozos y se les proporcionarán los materiales necesarios para su mantenimiento. Se platicará con mujeres y hombres sobre el agua y la salud.
Hemos recibido apoyo de Instituciones y personas, tanto nacionales como extranjeras. Seguimos tramitando y recibiendo fondos, así como maíz, frijol, semillas… Otras instituciones nos han hecho donativos como hamacas y otros alimentos.
Con su aporte y nuestro trabajo algunos de los más necesitados de estas tierras serán apoyados durante los meses más críticos después de la gravísima inundación de Tabasco, mientras las milpas vuelvan a producir generosamente sus granos.
Con un saludo fraterno y nuestro agradecimiento.
Jesús Maldonado
Comité de Derechos humanos de Tabasco A.C.
CODEHUTAB
CARTA DE INFORMACIÓN Y AGRADECIMIENTO
A los compañeros Jesuitas, a Organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales que apoyan nuestro trabajo y a tantas personas que han confiado en nuestro esfuerzo.
La inspiración recibida por parte de instituciones especializadas en desastres, para apoyar la fase de de “reconstrucción”, la fase más difícil, pretende responder a esta pregunta ¿Cómo apoyar a las familias más pobres que perdieron sus escasos cultivos de subsistencia, en los meses más críticos, mientras sus tierras vuelvan a producir? Después que pasa un tiempo de la inundación, que se retira la noticia de la televisión y los periódicos, se complica más la economía familiar. Sabemos que sólo los damnificados apoyados y organizados podrán superar su situación crítica, durante los meses siguientes, mientras sus cultivos vuelven a dar frutos. La dádiva urgente y necesaria es un paliativo, pero si se alarga en el tiempo hace pasiva aun a la gente creativa o dinámica.
Luego del apoyo intenso con despensas, agua y medicinas de los días, posteriores a la terrible inundación, como no se había visto en 50 años en territorio Tabasqueño, iniciamos junto con otras dos organizaciones hermanas la preparación de la fase de reconstrucción.
Los días posteriores al 3 de enero entramos en contacto con 350 campesinos que llenaban los criterios de selección: las personas más pobres de las comunidades campesinas, que no tienen ganado, ni tierras ni otro trabajo que el de la tierra y que se “fueron al agua”.
Ayer todavía con el sol casi a plomo, observé a un campesino de unos 55 años, cultivando maíz. No era más de media hectárea de buena tierra, la que cultivaba, pero junto al cauce del Mezcalapa, el que durante el año corre lentamente y es un arroyo, pero que durante las inundaciones causó gravísimos daños a miles de personas. La tierra no era de él. Se la prestaron para que sembrara maíz, pues había perdido la cosecha del ciclo anterior por la inundación. Iniciaba de nuevo la fatiga de un nuevo intento. Este podría ser el tipo de campesino que será el sujeto de nuestro proyecto, que pretende ayudar a producir lo básico y darles apoyo alimentario a mitad de precio, durante 5 ó 6 meses a las personas más pobres previamente seleccionadas.
Nuestro equipo tiene una comisión de análisis y difusión que ya ha venido elaborando una cuidadosa cronología de lo sucedido. Además ha venido dando seguimiento puntual a las declaraciones de los políticos y sistematizando algunas posturas de los analistas nacionales. Revisarán además el papel de los principales actores sociales y políticos locales durante el tiempo de la inundación y rehabilitación de Tabasco.
Muy relacionada con la anterior, otra comisión hace un monitoreo de los recursos nacionales e internacionales que han llegado al Estado de Tabasco, así como su aplicación por parte de los gobiernos federales, estatales y municipales. Promoveremos el derecho a la Información, y la Transparencia.
La comisión de educación y organización elabora pláticas que se ofrecerán a los pequeños núcleos que se han creado en 40 comunidades y rancherías, en 7 municipios de Tabasco.
Tres pequeñas tiendas se han instalado para proporcionar alimentos e insumos para la producción. Hemos conseguido con mayoristas que nos den precios especiales. Además los productos se venderán a los participantes del programa a la mitad del precio comercial. Los beneficios que se obtengan se reinvertirán hasta que se agoten, probablemente en unos 5 meses. Nos motiva el derecho a la alimentación.
La inundación contaminó los pozos de la región, de tal manera que será necesario “curarlos”. Para tal efecto tenemos detectados 350 pozos que serán “saneados”. En este momento se han trabajado más de 150 pozos. Además del enorme beneficio inmediato, la salud, (llegará cuando menos a 3,000 personas), los dueños de los pozos se capacitan en nuevas técnicas para “sanear” pozos y se les proporcionarán los materiales necesarios para su mantenimiento. Se platicará con mujeres y hombres sobre el agua y la salud.
Hemos recibido apoyo de Instituciones y personas, tanto nacionales como extranjeras. Seguimos tramitando y recibiendo fondos, así como maíz, frijol, semillas… Otras instituciones nos han hecho donativos como hamacas y otros alimentos.
Con su aporte y nuestro trabajo algunos de los más necesitados de estas tierras serán apoyados durante los meses más críticos después de la gravísima inundación de Tabasco, mientras las milpas vuelvan a producir generosamente sus granos.
Con un saludo fraterno y nuestro agradecimiento.
Jesús Maldonado
Comité de Derechos humanos de Tabasco A.C.
CODEHUTAB
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