...Ahora mismo juegan basket en la cancha Cesar, Chico y Fernando. Tiran a la canasta bajo un sol de tarde que hace arder la piel… un niño le monta a un perro chato, que intenta morder una pelota, y otros jóvenes conviven y ríen aprovechando esta tarde de sábado tras una semana en la que dos o tres días no vimos el sol por los nublados y las lluvias.
A los niños nuevos que conocí les he propuesto juntarnos a dibujar mañana, a ver que pasa…
Ya hemos cumplido un mes en la galera, trabajando en el corte de caña. Siempre nos han apoyado los demás, enseñándonos a afilar, a cortar, a despuntar a estacar y a acomodar… en la galera las señoras y algunos compañeros nos han obsequiado todo tipo de alimentos: frutas, tortillas, frijoles, jugos, pan, refrescos, duros con chile, frituras, etc… La Providencia del Padre ha estado actuando para favorecernos en todos los sentidos.
Algunos hermanos cortadores me han abierto su corazón y me han contado historias personales de su vida, como Camilo, Javier y Agustin, Juvenal. He sentido tristeza y compasión al conocer tantas historias de dolor.
La presencia de los niños ha sido muy importante, y me ha dejado huella. Reino en ellos y yo siento resistencia e impaciencia ante ellos, que diario nos buscan, y realmente me cuesta atenderlos, escucharlos, jugar, cuando llego cansado del trabajo… Los que más nos buscan son Raymundo, Daniel, Gonzalo, Jesús, Mary Cruz y Leonarda…
Juan y Francisco Cruz Callejas, nuestros confiables compañeros de cuarto han estado muy atentos a nosotros, siempre apoyándonos con acciones y animándonos con palabras. Varias veces nos han ayudado a terminar nuestro corte, o nos han invitado un refresco, y también nos han compartido sus vidas… Francisco, por ejemplo, nos ha contado cosas de su historia personal, y de su familia… de sus aventuras y de sus esfuerzos en diferentes lugares y trabajos en el país y en Estados Unidos. Me parece que es de los más respetables de la cuadrilla. Es serio, austero, discreto, sano y trabajador. Manda dinero a su esposa que esta en Guerrero con sus dos niños y una niña.
Juan, por su parte, esta profundamente enamorado. Apenas en diciembre conoció a Joaquina y ya se quiere juntar-casar. Ella tiene 16 años y el 20. Nos invito como testigos a “pedir permiso para platicar” (rito previo a pedir la mano) a la casa de sus suegros, junto con su hermano Delfino y Fidel que llevo la voz cantante en la gestión de manita sudada. Los hermanos de Juan no están muy de acuerdo con que el se quiera comprometer tan pronto y nosotros le hemos hecho ver en varias ocasiones que el amor no es solo un sentimiento y que conviene que se conozcan bien antes de unirse en matrimonio.
Las hermanas auxiliadoras han hecho honor a su nombre desde que llegamos, proporcionándonos además de sus oraciones y cariño, diversos artículos para el buen vivir, desde utensilios de cocina, pasando por colchonetas y cobijas, hasta panes, tortillas, frutas y un largo etc. Realmente han sido nuestros ángeles junto con Doña Maria Luisa Valle, que también tiene un lugar central, porque fue la persona que nos llevo a presentar con el cabo y que nos dio cubeta, trapeador, jabones y otras cosas cuando recién llegamos.
A los niños nuevos que conocí les he propuesto juntarnos a dibujar mañana, a ver que pasa…
Ya hemos cumplido un mes en la galera, trabajando en el corte de caña. Siempre nos han apoyado los demás, enseñándonos a afilar, a cortar, a despuntar a estacar y a acomodar… en la galera las señoras y algunos compañeros nos han obsequiado todo tipo de alimentos: frutas, tortillas, frijoles, jugos, pan, refrescos, duros con chile, frituras, etc… La Providencia del Padre ha estado actuando para favorecernos en todos los sentidos.
Algunos hermanos cortadores me han abierto su corazón y me han contado historias personales de su vida, como Camilo, Javier y Agustin, Juvenal. He sentido tristeza y compasión al conocer tantas historias de dolor.
La presencia de los niños ha sido muy importante, y me ha dejado huella. Reino en ellos y yo siento resistencia e impaciencia ante ellos, que diario nos buscan, y realmente me cuesta atenderlos, escucharlos, jugar, cuando llego cansado del trabajo… Los que más nos buscan son Raymundo, Daniel, Gonzalo, Jesús, Mary Cruz y Leonarda…
Juan y Francisco Cruz Callejas, nuestros confiables compañeros de cuarto han estado muy atentos a nosotros, siempre apoyándonos con acciones y animándonos con palabras. Varias veces nos han ayudado a terminar nuestro corte, o nos han invitado un refresco, y también nos han compartido sus vidas… Francisco, por ejemplo, nos ha contado cosas de su historia personal, y de su familia… de sus aventuras y de sus esfuerzos en diferentes lugares y trabajos en el país y en Estados Unidos. Me parece que es de los más respetables de la cuadrilla. Es serio, austero, discreto, sano y trabajador. Manda dinero a su esposa que esta en Guerrero con sus dos niños y una niña.
Juan, por su parte, esta profundamente enamorado. Apenas en diciembre conoció a Joaquina y ya se quiere juntar-casar. Ella tiene 16 años y el 20. Nos invito como testigos a “pedir permiso para platicar” (rito previo a pedir la mano) a la casa de sus suegros, junto con su hermano Delfino y Fidel que llevo la voz cantante en la gestión de manita sudada. Los hermanos de Juan no están muy de acuerdo con que el se quiera comprometer tan pronto y nosotros le hemos hecho ver en varias ocasiones que el amor no es solo un sentimiento y que conviene que se conozcan bien antes de unirse en matrimonio.
Las hermanas auxiliadoras han hecho honor a su nombre desde que llegamos, proporcionándonos además de sus oraciones y cariño, diversos artículos para el buen vivir, desde utensilios de cocina, pasando por colchonetas y cobijas, hasta panes, tortillas, frutas y un largo etc. Realmente han sido nuestros ángeles junto con Doña Maria Luisa Valle, que también tiene un lugar central, porque fue la persona que nos llevo a presentar con el cabo y que nos dio cubeta, trapeador, jabones y otras cosas cuando recién llegamos.
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