Beatriz:
Te escribo para compartirles mi experiencia, si lo ves conveniente a los amigos de la red continental de la Misión Aparecida.
Mi nombre es Eduardo Anaya Sanromán, tengo 29 años y soy prenovicio Jesuita. (el prenoviciado es una etapa de prueba, de discernimiento vocacional) Entré a esta experiencia en Agosto de 2007 y me toco como destino el estado de Tabasco en México. Asi que experimente todo el desastre de las inundaciones en noviembre de 2007. El 70% del territorio del estado quedo bajo el agua. El desastre mas grande que ha ocurrido en Tabasco. La Parroquia en la que sirvo es una parroquia rural y se llama San Jose y Los Remedios (consta de 53 comunidades) y yo vivo en la rancheria Plàtano y Cacao, en la casa de los padres.
Durante todo el mes de noviembre y parte de diciembre recibimos mucha ayuda de otros estados y me toco coordinar con un equipo de voluntarios (mayoria jovenes) la recepción, procesamiento y distribuciòn de ayuda alimentaria (despensas) a las comunidades rurales mas afectadas de la zona. Seis de las ermitas o capillas que de la parroquia se habilitaron como albergues, en los que vivieron docenas de familias que se quedaron sin nada. Y parte de mi trabajo era abastecer de alimentos a estos albergues. Una ermita de las mas amplias de nuestras comunidades fungio como el almacén donde guardábamos lo que nos llegaba en los camiones de diferentes obras jesuitas del país y de otras instituciones. Esto fue lo que hicimos en la primera etapa de emergencia.
Durante todo el mes de noviembre y parte de diciembre recibimos mucha ayuda de otros estados y me toco coordinar con un equipo de voluntarios (mayoria jovenes) la recepción, procesamiento y distribuciòn de ayuda alimentaria (despensas) a las comunidades rurales mas afectadas de la zona. Seis de las ermitas o capillas que de la parroquia se habilitaron como albergues, en los que vivieron docenas de familias que se quedaron sin nada. Y parte de mi trabajo era abastecer de alimentos a estos albergues. Una ermita de las mas amplias de nuestras comunidades fungio como el almacén donde guardábamos lo que nos llegaba en los camiones de diferentes obras jesuitas del país y de otras instituciones. Esto fue lo que hicimos en la primera etapa de emergencia.
Posteriormente la Parroquia ha pasado a una segunda etapa desde este mes de enero, en la que se promueven varios proyectos productivos autogestivos y sustentables, como la crianza de pollitos, la siembra de hortalizas y la recuperación de viviendas. Se les presta a los afectados una cantidad con el compromiso de recuperar por lo menos el 70% de lo que recibieron, para así poder seguir apoyando a más familias.
Por otra parte en este momento colaboro con el Comite de Derechos Humanos de Tabasco, dirigido por el P Jesus Maldonado SJ. El Comité ha lanzado un programa temporal de ayuda a campesinos damnificados. Este programa consiste en seis tiendas ubicadas en diferentes municipios de Tabasco, donde hubo comunidades afectadas. En las tiendas se vende todo al 50% de su precio real. Se ofrecen productos básicos como maiz, frijol, arroz, azucar, aceite, jabón, cloro, papel higiènico, etc,. y productos como semillas, machetes, coas, palas y otras herramientas para el campo.
El objetivo principal del programa es incentivar la producción agrícola y reactivar la economia familiar. Pero tambien se les apoya con los alimentos en lo que van recuperando sus cultivos, y ademas hay una dimensión educativa en cuanto a la solidaridad y la promoción de los derechos humanos.
Hay pues, varios proyectos trabajando en el territorio de la Parroquia de San Jose y los Remedios y yo veo reflejado en estos proyectos un espíritu cristiano muy dinámico. Estas comunidades estan organizadas con varios ministerios: animadores, catequistas, pastoral social, preparadores de sacramentos, ministros de la Eucaristía, equipo de Liturgia, grupo de derechos humanos, etc. Aquí los católicos estan organizados en comunidades eclesiales de base y yo he constatado el gran compromiso que tienen estas personas sencillas con su fe y con sus comunidades. Fue a través de estos ministerios ya constituidos, que forman parte de la estructura de la Parroquia que pudimos entregar la ayuda que llego de otros lugares a miles de familias de estas comunidades de una forma muy organizada. Considero que esta solidaridad organizada es uno de los elementos que se destacan en el documento de Aparecida, y creo que todos los cristianos estamos llamados a organizarnos bien para hacer mejores apostolados y llegar a mas personas.
Por otra parte en este momento colaboro con el Comite de Derechos Humanos de Tabasco, dirigido por el P Jesus Maldonado SJ. El Comité ha lanzado un programa temporal de ayuda a campesinos damnificados. Este programa consiste en seis tiendas ubicadas en diferentes municipios de Tabasco, donde hubo comunidades afectadas. En las tiendas se vende todo al 50% de su precio real. Se ofrecen productos básicos como maiz, frijol, arroz, azucar, aceite, jabón, cloro, papel higiènico, etc,. y productos como semillas, machetes, coas, palas y otras herramientas para el campo.
El objetivo principal del programa es incentivar la producción agrícola y reactivar la economia familiar. Pero tambien se les apoya con los alimentos en lo que van recuperando sus cultivos, y ademas hay una dimensión educativa en cuanto a la solidaridad y la promoción de los derechos humanos.
Hay pues, varios proyectos trabajando en el territorio de la Parroquia de San Jose y los Remedios y yo veo reflejado en estos proyectos un espíritu cristiano muy dinámico. Estas comunidades estan organizadas con varios ministerios: animadores, catequistas, pastoral social, preparadores de sacramentos, ministros de la Eucaristía, equipo de Liturgia, grupo de derechos humanos, etc. Aquí los católicos estan organizados en comunidades eclesiales de base y yo he constatado el gran compromiso que tienen estas personas sencillas con su fe y con sus comunidades. Fue a través de estos ministerios ya constituidos, que forman parte de la estructura de la Parroquia que pudimos entregar la ayuda que llego de otros lugares a miles de familias de estas comunidades de una forma muy organizada. Considero que esta solidaridad organizada es uno de los elementos que se destacan en el documento de Aparecida, y creo que todos los cristianos estamos llamados a organizarnos bien para hacer mejores apostolados y llegar a mas personas.
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