Mis amigos y mis primos están teniendo hijos.
¡Viva la vida!
!Algunos ya van por el segundo!
Por Eduardo Anaya Sanromán 08.05.07
En nuestros tiempos no son muchos los esposos valientes que se animan a traer hijos al mundo, hijos para amar y educar. España es en Europa, el país que reporta menos nacimientos en proporción a su población. En México no estamos tan mal como en los países europeos, pero estoy casi seguro que de seguir con estas campañas mediáticas; con los programas y series de televisión que idiotizan; y con toda la oferta de una sociedad de consumo que genera personas egoístas; en unos cinco o diez años tendremos un descenso importante en las tasas de natalidad.
Viviendo en Barcelona fui testigo de que muy pocos esposos piensan en tener hijos en la península ibérica. De entrada muchos jóvenes le tienen pavor al matrimonio. Son tantos los divorcios que no le ven mucho caso a casarse para no formar parte de las estadísticas. Este es un fenómeno que convendría analizar, pero creo que en el fondo el problema es la falta de compromiso. Todos quieren ser libres, no estar sujetos a nada, quieren gozar de su sexualidad, pero sin el compromiso y las obligaciones que conlleva el vínculo matrimonial. Creen en el gozo personal del llamado “sexo seguro”, pero no quieren creer en la familia como la institución natural mas antigua de la humanidad.
Yo considero que una percepción de la sexualidad distorsionada es lo que ha venido desencadenando la desintegración familiar en todo el mundo. También existen los factores económicos, pero pienso que la visión libertina de la sexualidad es la causa más recurrente de separación entre las parejas.
Hoy estoy muy contento porque mis familiares y amigos no han sido “razonables” en el ejercicio de su amor dentro del matrimonio. Se han abierto a la vida y se han decidido más bien sin cálculos a traer nuevas vidas al mundo. En cuestión de dos años mis contemporáneos – (rango de edad de 25 a 29 años) - han comenzado a colaborar con la población del mundo. Y eso es un gran motivo de celebración para mi.
Ya son varias parejas que conozco las que van por el segundo hijo. Observo que los jóvenes que tuvieron hermanos y hermanas, a quienes se les inculcaron principios cristianos, y quienes tuvieron cierta estabilidad familiar, están bien abiertos a la vida y no se arredran ante la situación económica del mundo. No les da miedo tener dos o tres hijos porque saben que Dios proveerá.
Justo hace diez días Samantha, la esposa de mi buen amigo Adrián, trajo al mundo a Estefanía, la segunda hija, fruto de su amor. El primero de sus hijos es Adrián que tiene un año y siete meses, quien por cierto esta muy güero, más que sus papas de niños.
Yessica, la esposa de mi primo Beto, esta a la mitad de su segundo embarazo, así que Romina, la niña de los ojos más bellos de la temporada 2004 – 2007, tendrá pronto un hermanito.
Ana María, mi hermana, esta en las últimas semanas de su segundo embarazo, con lo que mi sobrino José Héctor, el niño - caballo, pronto dejará de ser el único hijo de la casa y tendrá que compartir todos sus equinos tesoros con un hermanito, que será mi segundo sobrino.
Hace casi dos semanas Lorena, la hermana de mi buen amigo Octavio tuvo su primer bebe, fruto de su amor a Carlos, su esposo y colega en la profesión de Hipócrates.
Araceli, mi prima, ayer envió un correo en el que nos comparte con alegría que esta embarazada por segunda vez así que Ulises júnior tendrá nuevo hermanito en nueve meses.
Estas noticias me dan mucha esperanza, y me confirman que aunque los representantes de la cultura de la muerte acaben despenalizando el aborto en otros estados de nuestro querido México, siempre habrá parejas abiertas a la vida y responsables en el ejercicio de su sexualidad. El verdadero amor es donación y compromiso. El amor construye. La televisión y el cine nos están proponiendo estilos destructivos a en los que se separa el amor de la sexualidad. Nos proponen sólo placer y “amor” sin responsabilidad. Y como bien sabemos eso no es amor, el placer por el placer es egoísmo y autodestrucción.
La responsabilidad es un valor en el que todos mis familiares y amigos de la lista anterior fueron educados, y eso es una garantía de que sabrán ser buenos padres, y educaran en los mismos principios morales y éticos a sus hijos. La formación no se suple con nada, ni con buena voluntad, ni con buenos sentimientos. Es necesario que ayudemos a formar a los jóvenes en una educación sexual con valores para que nuestro México sea un país fuerte en que todas las familias y sus miembros se desarrollen plenamente.
Ojalá que siempre haya jóvenes responsables, comprometidos y bien dispuestos para traer vida al mundo. Hombres y mujeres que concientes de sus limitaciones y debilidades, se preparen y hagan de sus vidas un gran proyecto de matrimonio y familia, para poblar a nuestro país y al mundo de excelentes ciudadanos que velen por las nuevas generaciones.
“ Sólo el amor engendra la maravilla.
Sólo el amor convierte en milagro el barro. ”
¡Viva la vida!
!Algunos ya van por el segundo!
Por Eduardo Anaya Sanromán 08.05.07
En nuestros tiempos no son muchos los esposos valientes que se animan a traer hijos al mundo, hijos para amar y educar. España es en Europa, el país que reporta menos nacimientos en proporción a su población. En México no estamos tan mal como en los países europeos, pero estoy casi seguro que de seguir con estas campañas mediáticas; con los programas y series de televisión que idiotizan; y con toda la oferta de una sociedad de consumo que genera personas egoístas; en unos cinco o diez años tendremos un descenso importante en las tasas de natalidad.
Viviendo en Barcelona fui testigo de que muy pocos esposos piensan en tener hijos en la península ibérica. De entrada muchos jóvenes le tienen pavor al matrimonio. Son tantos los divorcios que no le ven mucho caso a casarse para no formar parte de las estadísticas. Este es un fenómeno que convendría analizar, pero creo que en el fondo el problema es la falta de compromiso. Todos quieren ser libres, no estar sujetos a nada, quieren gozar de su sexualidad, pero sin el compromiso y las obligaciones que conlleva el vínculo matrimonial. Creen en el gozo personal del llamado “sexo seguro”, pero no quieren creer en la familia como la institución natural mas antigua de la humanidad.
Yo considero que una percepción de la sexualidad distorsionada es lo que ha venido desencadenando la desintegración familiar en todo el mundo. También existen los factores económicos, pero pienso que la visión libertina de la sexualidad es la causa más recurrente de separación entre las parejas.
Hoy estoy muy contento porque mis familiares y amigos no han sido “razonables” en el ejercicio de su amor dentro del matrimonio. Se han abierto a la vida y se han decidido más bien sin cálculos a traer nuevas vidas al mundo. En cuestión de dos años mis contemporáneos – (rango de edad de 25 a 29 años) - han comenzado a colaborar con la población del mundo. Y eso es un gran motivo de celebración para mi.
Ya son varias parejas que conozco las que van por el segundo hijo. Observo que los jóvenes que tuvieron hermanos y hermanas, a quienes se les inculcaron principios cristianos, y quienes tuvieron cierta estabilidad familiar, están bien abiertos a la vida y no se arredran ante la situación económica del mundo. No les da miedo tener dos o tres hijos porque saben que Dios proveerá.
Justo hace diez días Samantha, la esposa de mi buen amigo Adrián, trajo al mundo a Estefanía, la segunda hija, fruto de su amor. El primero de sus hijos es Adrián que tiene un año y siete meses, quien por cierto esta muy güero, más que sus papas de niños.
Yessica, la esposa de mi primo Beto, esta a la mitad de su segundo embarazo, así que Romina, la niña de los ojos más bellos de la temporada 2004 – 2007, tendrá pronto un hermanito.
Ana María, mi hermana, esta en las últimas semanas de su segundo embarazo, con lo que mi sobrino José Héctor, el niño - caballo, pronto dejará de ser el único hijo de la casa y tendrá que compartir todos sus equinos tesoros con un hermanito, que será mi segundo sobrino.
Hace casi dos semanas Lorena, la hermana de mi buen amigo Octavio tuvo su primer bebe, fruto de su amor a Carlos, su esposo y colega en la profesión de Hipócrates.
Araceli, mi prima, ayer envió un correo en el que nos comparte con alegría que esta embarazada por segunda vez así que Ulises júnior tendrá nuevo hermanito en nueve meses.
Estas noticias me dan mucha esperanza, y me confirman que aunque los representantes de la cultura de la muerte acaben despenalizando el aborto en otros estados de nuestro querido México, siempre habrá parejas abiertas a la vida y responsables en el ejercicio de su sexualidad. El verdadero amor es donación y compromiso. El amor construye. La televisión y el cine nos están proponiendo estilos destructivos a en los que se separa el amor de la sexualidad. Nos proponen sólo placer y “amor” sin responsabilidad. Y como bien sabemos eso no es amor, el placer por el placer es egoísmo y autodestrucción.
La responsabilidad es un valor en el que todos mis familiares y amigos de la lista anterior fueron educados, y eso es una garantía de que sabrán ser buenos padres, y educaran en los mismos principios morales y éticos a sus hijos. La formación no se suple con nada, ni con buena voluntad, ni con buenos sentimientos. Es necesario que ayudemos a formar a los jóvenes en una educación sexual con valores para que nuestro México sea un país fuerte en que todas las familias y sus miembros se desarrollen plenamente.
Ojalá que siempre haya jóvenes responsables, comprometidos y bien dispuestos para traer vida al mundo. Hombres y mujeres que concientes de sus limitaciones y debilidades, se preparen y hagan de sus vidas un gran proyecto de matrimonio y familia, para poblar a nuestro país y al mundo de excelentes ciudadanos que velen por las nuevas generaciones.
“ Sólo el amor engendra la maravilla.
Sólo el amor convierte en milagro el barro. ”
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