07.05.07
Por: Eduardo Anaya Sanromán
Joto, maricon, hijo de la chingada... son palabras ofensivas, cuyo origen es la falta de hombría y la poca autoestima de quien las dice.
“Dime de que presumes y te diré de que careces”.
En pleno siglo XXI en nuestro México y en muchos países del mundo, los hombres abusan de las mujeres, las utilizan y las golpean, como si fueran animales. Se trata de un problema cultural muy grave. El machismo no solo afecta psicológicamente a todos los miembros de la familia sino que, manifestado en la violencia doméstica también es causa muerte y suicidio.
El machismo en México tiene su origen en una confusión de identidad, heredada desde tiempos de la conquista. En ese entonces los mestizos, no querían reconocer su lado indígena, pero tampoco aceptaban cabalmente su lado español, su sangre blanca. Los niños mestizos y los criollos eran atendidos por mujeres indígenas y de ellas recibían el cariño, mientras que el soldado español, padre ausente, fue el primer modelo del machismo, el referente odiado y amado de las primeras generaciones de la colonia, que ha llegado hasta nuestros días.
Aquí un fragmento del libro “El mexicano, psicología de sus motivaciones” del escritor Santiago Ramírez, que detalla la esencia de la inseguridad, propia del machismo:
“Ocasionalmente, tanto el mestizo como el criollo se transculturan y en su posición recién adquirida actúan de acuerdo a las imágenes internas. Ven en el sometido toda la agresión que ellos mismos tuvieron cuando eran sometidos; saben captar todo el dolor y la rabia del humillado, percibiéndolos aún antes de que se expresen; en estas circunstancias atacan y son violentos, cuando caciques su crueldad es mayor que la del que siempre lo fue, justamente porque atacan en el siervo, al humillado que hay dentro de ellos mismos y que ahora tratan de reprimir proyectándolo en el otro”
No hay ningún merito en el macho. El macho en el fondo tiene miedo, es inseguro, y como no tiene carácter, quiere dominar a su mujer, a sus hijos.
Cuando un hombre golpea a su mujer, lástima profundamente dos corazones, el de la mujer y el propio. Hace gran daño psicológico a la mujer y se destruye a sí mismo por agredir a aquella que es carne de su carne.
Dominar y someter a una mujer no significa ser más hombre, al contrario, tratar con desprecio y golpear a una mujer sólo muestra cobardía e inmadurez.
Que importante es que en la familia el niño tenga disciplina, que se le pongan límites. Que la madre no lo consienta. Porque muchas veces, inconscientemente son las mismas mujeres las que forman hijos machistas. Romper con la tradición machista es tarea de todos. Padre y madre deben ponerse de acuerdo para educar a sus hijos, y antes que nada deben vivir en diálogo constante. El hombre debe dar ejemplo y nunca levantarle la voz a su esposa, mucho menos agredirla físicamente. Los niños observan todo.
Sólo en el fortalecimiento de la familia y en la vivencia del respeto por el otro se encontrará la solución al machismo. Todos los ciudadanos y el estado debemos velar porque en las familias se viva un ambiente de paz y diálogo.
Reflexiones.
¿Conoces a alguna persona machista?
¿Por qué crees que se comporta de esa manera con su pareja?
¿Identificas ingredientes de machismo en la educación que recibiste?
¿Conoces algún caso de violencia doméstica?
¿Denunciarías a las autoridades un caso de violencia doméstica que conocieras en tu colonia? ¿Por qué si o porque no?
¿Crees que las mujeres deben vivir libres de cualquier forma de escavitud?
¿ Te has preguntado si tienes actitudes machistas?
¿Qué has hecho al respecto? Y si no has hecho nada ¿Qué harás de hoy en adelante?
Por: Eduardo Anaya Sanromán
Joto, maricon, hijo de la chingada... son palabras ofensivas, cuyo origen es la falta de hombría y la poca autoestima de quien las dice.
“Dime de que presumes y te diré de que careces”.
En pleno siglo XXI en nuestro México y en muchos países del mundo, los hombres abusan de las mujeres, las utilizan y las golpean, como si fueran animales. Se trata de un problema cultural muy grave. El machismo no solo afecta psicológicamente a todos los miembros de la familia sino que, manifestado en la violencia doméstica también es causa muerte y suicidio.
El machismo en México tiene su origen en una confusión de identidad, heredada desde tiempos de la conquista. En ese entonces los mestizos, no querían reconocer su lado indígena, pero tampoco aceptaban cabalmente su lado español, su sangre blanca. Los niños mestizos y los criollos eran atendidos por mujeres indígenas y de ellas recibían el cariño, mientras que el soldado español, padre ausente, fue el primer modelo del machismo, el referente odiado y amado de las primeras generaciones de la colonia, que ha llegado hasta nuestros días.
Aquí un fragmento del libro “El mexicano, psicología de sus motivaciones” del escritor Santiago Ramírez, que detalla la esencia de la inseguridad, propia del machismo:
“Ocasionalmente, tanto el mestizo como el criollo se transculturan y en su posición recién adquirida actúan de acuerdo a las imágenes internas. Ven en el sometido toda la agresión que ellos mismos tuvieron cuando eran sometidos; saben captar todo el dolor y la rabia del humillado, percibiéndolos aún antes de que se expresen; en estas circunstancias atacan y son violentos, cuando caciques su crueldad es mayor que la del que siempre lo fue, justamente porque atacan en el siervo, al humillado que hay dentro de ellos mismos y que ahora tratan de reprimir proyectándolo en el otro”
No hay ningún merito en el macho. El macho en el fondo tiene miedo, es inseguro, y como no tiene carácter, quiere dominar a su mujer, a sus hijos.
Cuando un hombre golpea a su mujer, lástima profundamente dos corazones, el de la mujer y el propio. Hace gran daño psicológico a la mujer y se destruye a sí mismo por agredir a aquella que es carne de su carne.
Dominar y someter a una mujer no significa ser más hombre, al contrario, tratar con desprecio y golpear a una mujer sólo muestra cobardía e inmadurez.
Que importante es que en la familia el niño tenga disciplina, que se le pongan límites. Que la madre no lo consienta. Porque muchas veces, inconscientemente son las mismas mujeres las que forman hijos machistas. Romper con la tradición machista es tarea de todos. Padre y madre deben ponerse de acuerdo para educar a sus hijos, y antes que nada deben vivir en diálogo constante. El hombre debe dar ejemplo y nunca levantarle la voz a su esposa, mucho menos agredirla físicamente. Los niños observan todo.
Sólo en el fortalecimiento de la familia y en la vivencia del respeto por el otro se encontrará la solución al machismo. Todos los ciudadanos y el estado debemos velar porque en las familias se viva un ambiente de paz y diálogo.
Reflexiones.
¿Conoces a alguna persona machista?
¿Por qué crees que se comporta de esa manera con su pareja?
¿Identificas ingredientes de machismo en la educación que recibiste?
¿Conoces algún caso de violencia doméstica?
¿Denunciarías a las autoridades un caso de violencia doméstica que conocieras en tu colonia? ¿Por qué si o porque no?
¿Crees que las mujeres deben vivir libres de cualquier forma de escavitud?
¿ Te has preguntado si tienes actitudes machistas?
¿Qué has hecho al respecto? Y si no has hecho nada ¿Qué harás de hoy en adelante?
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