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Porque soy débil.

Eduardo Anaya Sanromán

Tengo ganas de hacer algo bien organizado para contrarrestar esta ola de antivalores. Hacerle frente a esta cultura de la muerte cada vez más presente en los medios de comunicación, tanto impresos como electrónicos.

Admito que soy débil, que los materiales que juegan con la sexualidad me atraen, que la pornografía ha atrapado mis sentidos cientos de veces. Admito que he caído muchas veces en las redes de estos expertos del morbo. Admito que también las escenas y las fotos de violencia llaman mi atención. Que me he regresado más de alguna vez a un puesto de revistas, para ver con más detenimiento una imagen sangrienta que primero vi de pasada. Es precisamente por esta debilidad que reconozco en mi, y que reconozco en mis herman@s los hombres, que siento la necesidad de hacer algo, para evitar que unos cuantos sigan haciéndose ricos a costa de la salud física, mental y espiritual de los demás. Tenemos que hacer algo para preservar y consolidar a la familia como la célula básica de nuestra sociedad. Tendremos que hacer frente a muchos poderosos que exhiben en sus medios de comunicación contenidos que no nos edifican. Y esto va a costar. Pero tenemos que hacerlo si no queremos mujeres y hombres manipulados y explotados en nuestro presente y nuestro futuro.

¿Y tu que opinas?

¿Cómo crees que afecta a nuestras familias y a nuestra sociedad el hecho de que la mayoría de los puestos de periódicos y revistas, estén llenos de contenidos relacionados con sexo, violencia y modas?

¿Qué crees que ocurre cuando las personas vemos horas y horas de telenovelas en la televisión?

¿O que crees que puede ocurrir si los niños y niñas ven con frecuencia imágenes con altas cargas de violencia en la tele y juegan videjuegos también violentos?

¿Es mejor nuestro mundo ahora, por tener más rápido y libre acceso a tanta información e imágenes? ¿Crees que el Internet puede causar adicción?

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