Por Eduardo Anaya Sanroman
Para desarrollar fortaleza y confianza en Dios lo más recomendable es hacer oración.
Para hacer oración necesitamos poner algunos medios concretos como destinar una hora fija del día para orar. Lo mejor es hacer un ofrecimiento del día por la mañana, antes de salir de casa. Y luego por la noche, antes de dormir, hacer una oración de agradecimiento y hacer un balance del día.
Para desarrollar fortaleza espiritual también el Apostolado ayuda. Tenemos que estar al pendiente de los demás y ver en que podemos ayudarles. Cuando servimos a los demás en nuestro trabajo, en nuestra familia, y en nuestra comunidad, estamos practicando la caridad y desarrollamos la fuerza de voluntad. Esto nos permite tener mayor fortaleza espiritual para afrontar las dificultades de la vida. Además servir a los demás nos hace más felices. Darnos a los demás a través de cualquier servicio hace que nosotros olvidemos nuestros problemas, y la experiencia demuestra que cuando estamos abiertos para ayudar a los demás, nuestros problemas se resuelven solos.
“Donde hay fe, hay esperanza.
Donde hay esperanza, hay amor,
Donde hay amor, hay paz.
Donde hay paz esta Dios
Y donde esta Dios no falta nada’.
Recuerda que Dios esta siempre contigo. El te ha creado por Amor y por Amor continua siempre a tu lado.
Para desarrollar confianza y fortaleza espiritual te recomiendo finalmente, que leas la Encíclica “Deus Caritas Est” (Dios es Amor) Del papa Benedicto XVI
Para desarrollar fortaleza y confianza en Dios lo más recomendable es hacer oración.
Para hacer oración necesitamos poner algunos medios concretos como destinar una hora fija del día para orar. Lo mejor es hacer un ofrecimiento del día por la mañana, antes de salir de casa. Y luego por la noche, antes de dormir, hacer una oración de agradecimiento y hacer un balance del día.
Para desarrollar fortaleza espiritual también el Apostolado ayuda. Tenemos que estar al pendiente de los demás y ver en que podemos ayudarles. Cuando servimos a los demás en nuestro trabajo, en nuestra familia, y en nuestra comunidad, estamos practicando la caridad y desarrollamos la fuerza de voluntad. Esto nos permite tener mayor fortaleza espiritual para afrontar las dificultades de la vida. Además servir a los demás nos hace más felices. Darnos a los demás a través de cualquier servicio hace que nosotros olvidemos nuestros problemas, y la experiencia demuestra que cuando estamos abiertos para ayudar a los demás, nuestros problemas se resuelven solos.
“Donde hay fe, hay esperanza.
Donde hay esperanza, hay amor,
Donde hay amor, hay paz.
Donde hay paz esta Dios
Y donde esta Dios no falta nada’.
Recuerda que Dios esta siempre contigo. El te ha creado por Amor y por Amor continua siempre a tu lado.
Para desarrollar confianza y fortaleza espiritual te recomiendo finalmente, que leas la Encíclica “Deus Caritas Est” (Dios es Amor) Del papa Benedicto XVI
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