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¿Que le estas metiendo a tu mente?

Aguascalientes a 12 de diciembre de 2006


Por Eduardo Anaya Sanroman

Cuidar nuestros sentidos y seleccionar correctamente los contenidos en los medios de comunicación a nuestro alcance puede ser la diferencia entre la felicidad y la depresión.

¿Cómo quieres que sea tu vida?

La mente es como una computadora. Si le metes cosas buenas, salen cosas buenas. Si le metes cosas malas, salen cosas malas. Por eso tenemos que cuidar mucho todo lo que percibimos a través de los sentidos, (vista, oído y tacto principalmente) para reaccionar a tiempo y no consentir que entren basura o veneno en nuestra mente.

Vivimos en la llamada era de la información, tenemos acceso a muchas fuentes que antes no existían, y ya prácticamente se puede saber de todo en un abrir y cerrar de ojos.

Fuentes para llenarse la mente de basura barata y destruir vidas: Televisión, Internet
Periódicos y Revistas, Libros, Charlas con “Amigos”

Cabe aclarar que estas mismas también son fuentes para conseguir cosas buenas para la mente y el alma.

¿Cual es la diferencia si son las mismas fuentes de información?
La diferencia es que tú tienes el poder de seleccionar y de elegir LIBREMENTE los contenidos a los que expones tus sentidos en estos diferentes medios.

La era de la información convive con la era del CONSUMISMO. Los medios masivos de comunicación han tomado un peso tremendo en la vida de las personas. Los niños hacen o quieren hacer lo que ven en la televisión. Los jóvenes quieren ser como los artistas que ven en las películas. Los adultos buscan seguir los pasos de supuesta libertad e independencia que ven en los modelos propuestos por las telenovelas o las películas de moda.

Todos queremos ropa de la marca tal, tener el coche tal, vivir en tal lugar, ir a la disco tal… querer, desear, disfrutar, solo lo material, solo lo material.

La mercadotecnia se ha desbordado por todos lados, además de la televisión y el radio que son los medios de comunicación social tradicionales, tenemos espectaculares en las avenidas, letreros luminosos afuera de las tiendas, banners en Internet, y ahora tenemos vallas en las calles, anuncios en los baños públicos, periódicos gratuitos con publicidad, volantes que reparten en la calle… Ahora hasta exhiben las marcas de los productos en las películas y las telenovelas, y las empresas pagan millones para aparecer en esos espacios, porque saben que funcionan. Saben que a través de esas imágenes pueden llegar a miles de personas e influir en sus decisiones de compra.
Vender, vender, vender es lo que buscan las empresas a través de estos medios…. Todos y todo nos venden.
Pero la decisión final es tuya y mía, nosotros somos los que compramos y tenemos ese poder que nadie nos puede quitar. (Si somos concientes y ejercitamos adecuadamente nuestra libertad)

Vamos a profundizar, nosotros no solo compramos productos y servicios, también compramos actitudes, comportamientos y valores. Y aquí es donde quiero poner el énfasis de esta reflexión.
Los medios masivos (pagados por empresas muy fuertes) nos proponen valores y estilos de vida – con el afán de Vender – que en la mayoría de los casos van contra nuestra propia naturaleza, que hacen que perdamos nuestra identidad propia, nuestro espacio intimo de afectos, nuestras capacidades para amar y ser amado.

En las novelas de nuestras televisoras principales podemos ver historias de amor y desamor, pero sobre todo Infidelidades, una tras otra, y escenas vulgares que rayan en pornografía. Puros malos ejemplos para los niños, adolescentes y jóvenes.

En las series de televisión es de lo más común ver que en el grupo de amigos siempre hay un protagonista “jotito” o “gay”, que generalmente suele ser el más sensible, comprometido, atento, buen amigo y consejero. Y nos lo venden como modelo vida.

En los programas de entretenimiento, juegos y noticias del medio artístico, siempre hay imágenes con carga sexual y mujeres con muy poca ropa modelando, vendiendo, y vendiendo no solo productos, sino comportamientos y actitudes que nos hacen menos humanos y más animales.

La responsabilidad – como casi siempre - esta repartida. Tienen gran responsabilidad los medios de comunicación por permitir transmitir esos contenidos. Pero la responsabilidad es principalmente DE NOSOTROS que CONSUMIMOS y perdemos el tiempo viendo esos contenidos en los programas en televisión y en las salas de cine.

Los medios de comunicación y las empresas que los patrocinan han “cosificado” a la mujer, atacan su dignidad rebajándola a un mero objeto sexual, como si la mujer fuera una cosa que se compra igual que una lavadora, un viaje o un coche… Es triste percatarnos de esta realidad.

Por eso la familia (papa, mama e hijos) deben estar siempre unidos y cuidar que no entre a su hogar esa basura o veneno que tanto dañó esta haciendo a miles de personas.
La exposición frecuente a contenidos con carga sexual, con violencia y odio, produce familias rotas. Vemos cada día mas hijos abandonados, mujeres solas, hombres alcohólicos, jóvenes adictos. Y de la mano con esto apreciamos que crecen los índices de inseguridad y delincuencia, el contagio de enfermedades de transmisión sexual, y crece también el índice de embarazos en adolescentes.

Defendamos a la familia, empezando por defender la nuestra, dialogando, comunicándonos efectivamente, dándonos el tiempo de convivir entre padres e hijos… Esto es lo que debemos hacer si no queremos que los padres sean irresponsables y libertinos, o que los hijos después sean delincuentes, drogadictos, homosexuales, lesbianas…

La moral y las buenas costumbres no son cosa del pasado, es necesario estudiar, prepararse y formarse para ser hombres y mujeres auténticos.
Pensar que los valores éticos y morales son algo pasado de moda lo único que provoca es más infelicidad, depresión y suicidios.
Recordemos que el dinero no lo es todo en la vida, y que comprar por comprar no sanara nuestras heridas ni llenara vacíos existenciales. Lo que tenemos que hacer es darle un sentido a nuestra vida, buscar nuestro lugar y trabajar por los demás viviendo el amor. El amor lo cura todo, lo cambia todo y hace personas de bien. Por eso es dramático constatar como en la televisión, Internet y cine se nos ofrecen modelos de egoísmo, de malicia, de incomprensión.

¿Tu que le metes a tu sistema? ¿Qué buscas cuando seleccionas un canal de televisión o una pagina de Internet? ¿Qué es lo que consume tu mente? ¿Qué actividades realizas para entretenerte? ¿No estarás bloqueando tu imaginación y tu creatividad al exponerte a ciertos contenidos? ¿No estarás dando mal ejemplo a los niños que te rodean cuando pasas horas enteras frente a un monitor viendo telebasura? ¿No estarás disminuyendo lo más importante que tenemos los seres humanos: la capacidad de amar y ser amado?

Cuida tu vida…. la del alma, y la del cuerpo… y así serás una persona verdaderamente Feliz.

Eduardo Anaya
eas27@rocketmail.com

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