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La ciudad de Dios

22 de febrero de 2007

Por Eduardo Anaya Sanroman

La Ciudad de Dios es una película basada en hechos de la vida real que ocurrieron en la década de los 80’s y trata sobre la vida en las favelas de Río de Janeiro en Brasil, donde el narcotráfico, la delincuencia, las adicciones y la violencia intrafamiliar se viven y se respiran todos los días.
(Las favelas son los barrios o asentamientos irregulares establecidos en los límites de las ciudades.)

Para muchos podría ser una película muy cruda y violenta. Desde mi punto de vista la película esta muy bien lograda porque esa es la realidad que se ha vivido y se sigue viviendo en ese lugar.

En 1997 una persona moría cada treinta segundos en Río de Janeiro. El 90% moría por heridas de bala de alto calibre. Diez años después las estadísticas no se han reducido, si a caso han aumentado.

Confirmando que la pobreza es el primer detonador de los problemas sociales que afectan a casi todas las grandes ciudades de Latinoamérica, la película nos hace reflexionar sobre las consecuencias del sistema capitalista y de una sociedad consumista en la que cada quien ve solo por sus propios intereses.

La teoría nos dice que el narcotráfico opera donde el Estado deja espacios vacíos, sin embargo es de conocimiento publico que un factor determinante en la proliferación del narcotráfico ha sido siempre la corrupción que existe en los cuerpos policíacos. En unas entrevistas que vienen como material adicional a la película se dice que en muchas ocasiones son los mismos policías los que venden las armas a los narcotraficantes. Y se puede ver como cuando algún traficante es apresado, la policía y el bandido hacen negociaciones y por un monto de dinero lo dejan libre.

En la ciudad de Dios hay hombres que trabajan y se ganan el dinero honestamente. Unos vendiendo pescado, otros vendiendo periódico, arreglando zapatos, vendiendo abarrotes, trabajando en fábricas. Podemos ver como conviven personas de la misma condición social con los bandidos que se han iniciado en el tráfico de las drogas y son originarios del mismo lugar.
Se observa una gran paradoja en la vida de la sociedad de las favelas. En ocasiones se vive un espíritu enorme de solidaridad, y las familias se reúnen para combatir los abusos del gobierno o de grupos externos. Pero también en ocasiones los conflictos internos entre los residentes de la favela acarrean varias muertes.

Se hace mención en el documental del comando Vermehlo, una organización creada por delincuentes en los años 70’s en el interior de la cárcel, cuyo objetivo era cuidar los intereses de la sociedad, aplicar la justicia donde las autoridades no lo hacen, procurando el bienestar a sus familias. Esto nos permite imaginarnos el grado de injusticias que se vivían en la cárcel y en las favelas.

Datos alarmantes y disparidades sociales en Brasil

En 1997 una persona ganaba $112.00 reales por mes (salario mínimo) que son aproximadamente $560.00 pesos mexicanos, mientras que siendo traficantes en los puestos más bajos de la estructura de una pandilla traficante (repartidor, mensajero) ganaban $300.00 reales por semana, que son aproximadamente $1,500.00 pesos mexicanos. ($6,000 pesos mexicanos mensuales)

En 1998, el 20% más rico del país tenía un 64.4% de los ingresos o del consumo, mientras que el 20% más pobre sólo tenía el 2%. La tasa de homicidios en los centros urbanos de Brasil es una de las más altas del mundo. Sólo en el 2002 se cometieron casi 50.000 homicidios, y cientos de miles de personas sufrieron agresiones o robos con violencia. La tasa de asesinatos se concentra en zonas de mayor exclusión socioeconómica y presencia policial reducida. (favelas)El número de automóviles blindados de propiedad privada en Brasil es uno de los más elevados del mundo.

En Río de Janeiro, sólo en el 2004 murieron en actos de servicio 52 policías.

El tráfico de drogas lleva aparejado el tráfico de armas. Los narcotraficantes necesitan armas para defender sus territorios haciéndole frente a otras pandillas y a los policías. La industria de las armas es una de las más redituables en Brasil. En el documental un investigador hace una reflexión en la que propone el cierre de las plantas productoras de armas en Suiza, Israel y Estados Unidos, asegurando que esto ayudaría a mejorar las condiciones y a terminar con la ola de violencia en el mediano plazo. La teoría no suena mal, pero en la practica desafortunadamente los intereses económicos de unos cuantos están por encima del beneficio social de miles o tal vez millones de personas.


CASO MEXICANO


DISTRIBUCION

En nuestro país también hay una guerra sin cuartel entre carteles de narcotraficantes. En cada ciudad importante del país hay una zona en la que se concentra el almacenaje, distribución y venta de drogas. Tijuana, Nuevo Laredo, Reynosa, Ciudad Juárez, como ciudades fronterizas; ciudades del interior como México, Querétaro, Monterrey, Guadalajara, León, Guanajuato, Xalapa, entre otras; y destinos turísticos como Puerto Vallarta, Cancún, Veracruz, Mazatlán, Los Cabos, Manzanillo, etc tienen todas sus centros de distribución. (barrios, colonias y lugares donde almacena droga y se provee al narcomenudeo)

La violencia se presenta en todos los niveles. En un primer nivel se presenta al existir varios proveedores que quieren abastecer los centros de distribución de todas las ciudades del país. (Guerra de Carteles… por una ciudad o parte de ella). En un segundo nivel se presenta entre los intermediarios (medio mayoristas) que se surten en los centros de distribución y llevan la droga a los puntos de venta. La lucha por los territorios provoca enfrentamientos violentos y muerte. En tercer nivel hay violencia cuando luchan entre si los narcomenudistas. (guerra entre pandillas… por una colonia o barrio)

Las autoridades se las ven negras para poder controlar esta terrible realidad de las muertes por causa de la droga en todas sus modalidades: persecución, enfrentamiento planeado, “ajuste de cuentas”, enfrentamiento sorpresa, etc. Algo muy triste es que muchas veces mueren personas inocentes por haber estado – sin deberla ni temerla - en el lugar de los tiroteos.

CONSUMO

Aunque cada vez es más común encontrar casos de niños adictos, los jóvenes entre 15 y 20 años son el sector que con mayor frecuencia cae en las garras de las drogas. Los jóvenes la consiguen en su escuela, en la calle, en puntos de narcomenudeo y en los antros.
Los repartidores de droga se paran afuera de las escuelas y la regalan, para crearles adicción a los niños y adolescentes. Cuando ya son adictos, empiezan a vendérsela, y el negocio reporta mas ganancias.

Cuando un joven, no tiene dinero para comprar, roba, y es capaz incluso de matar. Para que la cadena siga creciendo, se aprovechan del vicio de los adictos y les mandan como repartidores o mensajeros. (es un efecto multiplicador) Es posible que muchos de los amigos o conocidos de nuestros seres queridos sean consumidores recién iniciados, y tengan contacto con quien vende droga. Así que las probabilidades de que un adolescente cercano a nosotros tenga contacto o pruebe la droga son cada vez mayores.

Existen varios motivos por los cuales un joven decide drogarse. Uno es simplemente la curiosidad, “vamos a ver que se siente”, “al cabo que por una vez no pasa nada” piensan.

Otro motivo es ser reconocidos y sentirse parte de un grupo. Su razonamiento es “para que vean que valiente soy, no me da miedo” “Ahora si, ya soy parte de este grupo”.

Y otro motivo por el cual no solo deciden probar la droga, sino continuar usándola siempre es la desintegración familiar (peleas entre los padres, maltrato físico, falta de amor o atención de los padres, amenazas, insultos y ofensas, entre otros). Al sentirse victima y pensarse infeliz, el joven busca algo que le haga sentir bien, lo que sea con tal de no seguir en su mismo estado de soledad y desamparo. Prueba la droga esperando encontrar la felicidad, consigue evadir la realidad por unos momentos… pero vuelve al mundo real, así que decide repetir la dosis y continuar su uso, entonces, casi sin darse cuenta, empieza a caer en el oscuro calabozo de la adicción.
Y así aquel joven que esperaba ser feliz y encontrar un motivo para vivir, se convierte en un ser deprimido e infeliz, y ve su cuerpo reducido a la esclavitud. (queriendo morir, pensando que nada puede cambiar, enojado consigo mismo y con la sociedad.) Ha robado a sus familiares y amigos para comprar mas droga. Ha golpeado personas para robarles también, y en algunos casos se ha convertido en asesino para seguir drogándose.

Este es el infierno de las drogas.

REFLEXION

1.¿Que estamos haciendo nosotros como sociedad mexicana para que los jóvenes no caigan en las drogas?

2. ¿Te atreverías a denunciar a una persona que sabes que vende drogas en tu colonia?

3. ¿Has hablado con tus hijos, amigos y conocidos sobre las consecuencias de la drogadicción?

4. ¿Cómo es mi relación con mi familia? ¿Existe una buena comunicación entre los miembros?

Eduardo Anaya
eas27@rocketmail.com

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